Miguel Concha
La Jornada
Con fundamento en
las atribuciones que le otorgan la Constitución federal y estatal, así
como las leyes locales y los ordenamientos municipales, y teniendo en
cuenta los tratados, convenios y disposiciones legales internacionales,
nacionales, estatales y municipales aplicables en la materia, el 19 de
marzo se aprobó en la capital poblana el dictamen que permite emitir la
declaratoria para La Protección De Los Maíces Nativos de ese
ayuntamiento, uno de los documentos de mayor relevancia en la nueva
administración municipal.
Con ello adquiere una vez más protagonismo a escala local el interés
de establecer instrumentos e implementar acciones encaminadas a proteger
las razas de maíz nativo, ahora en el territorio agrícola del municipio
de Puebla, con el firme propósito de preservar esta especie y sus
variedades locales, garantizando su conservación y utilización
sostenible e inhibiendo la siembra y cultivo de semillas genéticamente
modificadas.
Tal acontecimiento, que se aprobó por unanimidad de las diversas
bancadas de los partidos políticos que integran ese cuerpo colegiado,
tuvo lugar en sesión de cabildo. Esa disposición convergente demuestra
que el ayuntamiento de Puebla está decidido a poner todo su empeño en
prohibir el mal uso del suelo y evitar el problema de consumir
organismos genéticamente modificados, salvaguardándose con ello la
seguridad alimentaria. Lo que ha sido bien recibido por los críticos del
gobierno de la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco.
Pareciera entonces que la ciudadanía municipal poblana cuenta con el
respaldo de sus autoridades para rescatar la producción y consumo de
productos-milpa cosechados de manera saludable. Con ello, la comuna deja
en claro que se halla a la altura en el cumplimiento de las normas
nacionales e internacionales para que los pequeños productores puedan
continuar conservando la diversidad genética, social, cultural y
ambiental como parte de su patrimonio.
Además, diversas dependencias municipales, como la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, la Secretaría de Turismo, la
Coordinación General de Comunicación Social y la Secretaría de
Desarrollo Social municipales, con las que se pretende asegurar el mejor
manejo de la milpa en todo su territorio, tendrán un papel primordial
en la política antitransgénica.
La primera, por ejemplo, promoverá el uso de semillas nativas para
conservar la biodiversidad en el municipio y fomentará la creación de un
padrón de productores encargado de conservar y mejorar los recursos
genéticos del maíz. Llevará a cabo acciones de muestreo con la finalidad
de establecer un área geográfica libre de maíz genéticamente modificado
e impulsará la mejora del suelo con vocación agrícola encaminada a la
siembra de semillas nativas. Igualmente, estimulará con incentivos la
producción de maíz entre quienes realicen las mejores producciones,
ferias, intercambios y promociones de actividades productivas.
La segunda, la Secretaría de Turismo, promoverá el patrimonio
cultural del maíz, mediante la creación de rutas gastronómicas y
agroecoturísticas relacionadas con la milpa, y asesorará proyectos
turísticos que incluyan el maíz nativo, con el propósito de valorizar
las tradiciones y el patrimonio tangible e intangible del municipio de
Puebla. Finalmente fortalecerá la colaboración con organizaciones de la
sociedad civil e instituciones públicas y privadas para promover el
patrimonio biocultural, priorizándose el uso del maíz nativo e
impulsando la gastronomía poblana como elemento de identidad.
La tercera, la Coordinación General de Comunicación Social,
propiciará el desarrollo de planes y programas de inclusión de enfoques
de igualdad sustantiva de género en grupos indígenas y fomentará la
incorporación del lenguaje incluyente y no sexista, el lenguaje de señas
mexicano, así como la traducción a lenguas indígenas en los mensajes de
comunicación gubernamental.
Finalmente, la cuarta, la Secretaría de Desarrollo Social, tendrá que
impulsar el desarrollo de las capacidades de la población indígena, al
promover su inclusión, la equidad social y la igualdad de género, con
apego a su cultura y costumbres, su identidad y los derechos humanos,
así como realizar acciones que mejoren las condiciones de vida de la
población indígena y fortalezcan su identidad, con inclusión e igualdad
entre géneros y generaciones.
Los poblanos proyectan con todo ello la mejora en la productividad y
competitividad, así como el mejoramiento en ingresos y en su calidad de
vida, salvaguardándose siempre los derechos y la inclusión de la
población indígena.
Ahora se espera que el recientemente electo gobierno estatal ponga su
granito de arena para que la política de la capital poblana permee en
todo la entidad. Eso esperamos.
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