7/29/2019

Pese a ganancias que reporta la mina de Cananea, el pueblo sólo ve daños

12 años en resistencia

La ciudad está desolada, en quiebra económica


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▲ La ciudad de Cananea se encuentra en ruinas, abandonada y sitiada por el consorcio Grupo México.
Cananea, Son., En ruinas, abandonado y sitiado por Grupo México se encuentra el municipio de Cananea –cuna de la Revolución Mexicana–, donde el consorcio propiedad de Germán Larrea extrae cobre, plata y oro a costa de sus pobladores, a quienes niega empleo, merma su salud y cerca sus tierras, que ha convertido en un campo minado.
Es el panorama de esta ciudad del norte de Sonora desde hace 12 años, cuando la empresa arrebató en tribunales el contrato colectivo de trabajo a 679 afiliados a la sección 65 del sindicato minero, en represalia por exigir mejores medidas de seguridad e higiene.
El inicio de la huelga, el 30 de julio de 2007, marca un antes y un después en este municipio minero, consideran sus pobladores, quienes paulatinamente se han quedado sin hospitales, comercios y áreas recreativas, y ahora abundan edificios abandonados, algunos ya en ruinas.
Los lugareños explicaron que lo anterior ha derivado en una incertidumbre económica en la región, incluso en desintegración familiar, aunado a intimidaciones por parte del personal de Grupo México, que armado tomó el control de la mina Buenavista del Cobre en 2009.
Los cercos perimetrales del yacimiento han invadido las entradas que había al pueblo, han acabado con los lugares de recreación, como El Ojo de Agua. Hoy día hay inmuebles desolados, como el hotel, la clínica obrera, el hospital El Ronquillo y el antiguo departamento de recursos humanos de Buenavista del Cobre.
Contrario a las ganancias millonarias que la trasnacional presume, los comercios locales cierran sus puertas tras la quiebra económica de las familias mineras que se quedaron sin trabajo, luego de que Grupo México contrató personal externo proveniente de otras regiones.
René López Cruz, ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio local, afirmó que la empresa de Germán Larrea desestabilizó la economía en la zona, creando incertidumbre entre los comerciantes, al contratar personal y proveedores externos o de filiales de su consorcio, dejando de lado las pequeñas empresas locales que antes proveían de insumos.
Con Grupo México ocurrió un fenómeno, comenzó a llegar gente de fuera y la de nosotros fue desplazada; los egresados del Instituto Tecnológico de Cananea, especialistas en minas, no tienen cabida en el yacimiento, y al ser un pueblo, todos somos parientes, indicó.
Que la empresa de Larrea haya acabado con la armonía y estabilidad del pueblo es el reproche de Carmen Figueroa Soto, guía turística del municipio, quien asegura que Grupo México eliminó la colaboración y responsabilidad social, ambiental y de crecimiento que mantenía la mina de la mano con la sección 65.
Cuando llega Grupo México hay un cambio muy drástico para Cananea y lo que había de colaboración de la empresa con el pueblo se termina. Antes la empresa se hacía cargo de muchas cosas, como tubería, drenaje e incluso bajaba un camión a fumigar la ciudad; teníamos hospitales y clínicas, que quitó la compañía, aseguró Figueroa Soto.
Condenó la muerte de 29 mineros en huelga en estos 12 años, por no contar con servicio médico tras el cierre de la clínica y el hospital El Ronquillo, ubicado a unos metros de la entrada principal de Buenavista, la puerta dos.
Argumentando no tener dinero, Grupo México decide quitar el nosocomio y con eso da un golpe muy duro a Cananea y a los mineros retirados que por derecho lo tenían ganado en lo que restaba de sus vidas, reprobó.
Mientras la empresa de Larrea presume el crecimiento de su utilidad neta superior a 22 por ciento en el primer semestre de 2019, los cananenses desmienten las campañas en las que la empresa se muestra generosa, socialmente responsable y que difunde a través de las salas de Cinemex.
Sergio Tolano Lizárraga, secretario general de la sección 65 del sindicato, alertó que el yacimiento de cobre en Cananea se está expandiendo sin control ni estudios de impacto ambiental de por medio, en perjuicio de miles de personas que habitan en los alrededores.
La mina está creciendo, mientras Cananea cada vez se ve más deteriorada, no se ve lo que ellos dicen y anuncian con bombo y platillo.
Cree que los miembros de la sección 65 del sindicato llevan ventaja en esta larga lucha, pues les asiste la razón, por los daños que la empresa ha causado.
Foto Cristina Gómez Lima
Corresponsal, Periódico La Jornada

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