Por Fernando Miranda Servín.
Casi al final del extraordinario libro de la prestigiada periodista Anabel Hernández, Los Señores del Narco, escribe que, según fuentes fidedignas, en el pacto de entrega (no detención) del narcotraficante Edgar Valdez Villarreal (a) “La Barbie” al gobierno panista corrupto de Felipe Calderón, que está involucrado hasta el cuello en el narco, está contemplada la posibilidad de utilizar a este narco, La Barbie, para que presente testimonios y pruebas que relacionan a Marcelo Ebrard con el crimen organizado.
Según Anabel Hernández, La Barbie también tiene pruebas que involucran a Enrique Peña Nieto con el narco (y, por supuesto, La Barbie también tiene pruebas que relacionan a altos funcionarios del gobierno calderonista con el crimen organizado). Anabel Hernández comenta que Calderón usaría a este narco en las próximas elecciones presidenciales del 2012 para anular a sus principales adversarios, Ebrard y Peña Nieto, a través de golpes mediáticos espectaculares.
El trato con la Barbie consiste en que el gobierno calderonista le respetará su vida, sus propiedades y cuentas bancarias a cambio de denunciar a Ebrard y Peña Nieto. Obviamente, la Barbie distribuyó copias de videos (pruebas incriminatorias contra el gobierno de Calderón) a varias personas para que las hagan llegar a los medios de comunicación en caso de que el gobierno panista corrupto no cumpla el pacto.
Así las cosas, tal vez la única opción para que cambie la situación en nuestro país la represente Andrés Manuel López Obrador, a quien se le relaciona con todo tipo de mafiosos, menos con narcos. López Obrador será candidato presidencial y lo más seguro es que el PAN y el PRI le vuelvan a robar la presidencia apoyados por los grandes capitales del narco, producto del contubernio que existe entre este, el gobierno panista de Calderón y prominentes narcoempresarios (como los hermanos Vázquez Raña por ejempo).
Como se ve, PAN y PRI están metidos con el narco hasta las narices (y Marcelo nomás hasta las rodillas, según el libro de Anabel Hernández).
López Obrador será despojado nuevamente de la presidencia… o, en el peor de los panoramas, asesinado por esta mafia. Si no es asesinado como Colosio y otra vez es atracado, Don Andrés Manuel tendrá que convocar a una revolución social primero y luego a una revolución armada para acabar de tajo con los narcogobiernos que hemos padecido y en los que los gringos han tenido mucho… muchísimo que ver.
¿Pudiera ser esto último la causa de la presencia marcada del Ejército en el Distrito Federal, principal bastión del lopezobradorismo?. ¿Pudiera ser esto la causa de los fuertes rumores que hay en las altas esferas políticas del país de una inminente invasión militar de los Estados Unidos de Norteamérica argumentando, como siempre, la supuesta defensa de sus intereses?.
Cabe mencionar que el gobierno panista corrupto de Felipe Calderón ha tolerado que el gobierno estadounidense también corrupto de Barak Obama sea el principal artífice de esta “guerra” contra el narco en México (porque en E.U., Barak Obama no permite balaceras, ni matanzas masivas, ni cabezas rodando en su territorio, ni ciudades destruidas y abandonadas por los ciudadanos que huyen de la violencia del narco, como aquí en México lo ha permitido Felipe Calderón).
Y esta “guerra”, como ya se sabe, no ha servido más que para exterminar a los carteles enemigos de El Cartel de Sinaloa, cuyos jefes principales son Joaquín Guzmán Loera (a) El Chapo Guzmán o El Señor Guzmán, e Ismael Zambada (a) El Mayo, socios exclusivos del gobierno calderonista luego de que quien sabe qué idiota tuviera la “maravillosa” idea de que para los gobiernos corruptos de E.U., y México lo mejor era hacer “negocios” con un solo cartel.
Pero lo que no se imaginaron ni Calderón, ni Obama, ni El Chapo Guzmán, ni El Mayo Zambada ni el idiota de la “maravillosa” idea, fue que el exterminio de estos carteles enemigos se prolongaría tanto, que provocaría la muerte de más de 30 mil personas y desataría el descontento nacional por la inseguridad e ingobernabilidad extrema en que cayó el país, y la pérdida total del Estado de Derecho, ya que esta “táctica” equivocada ha traído también como consecuencia que muchos integrantes de estos carteles perseguidos practiquen otras modalidades de delincuencia organizada para allegarse recursos, como secuestros y extorsiones al por mayor, rebasando en mucho la poca capacidad de respuesta de los gobiernos estatales y federal de la nación, amén de las bandas de secuestradores y ladrones de vehículos que reciben protección directa de altos jefes policiacos estatales y federales en la mayoría de los estados de la República que, ante el desorden judicial absoluto que reina en el país, gozan de impunidad total.
La bomba está a punto de estallar, el México bronco está a punto de despertar… y los ciudadanos mexicanos tendremos la última palabra: seguir igual o peor que como estamos o realmente intentar cambiar las cosas, así sea mediante un movimiento armado nacional. Si es así, Felipe Calderón, Obama, la Clinton, El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada, el idiota de la “maravillosa” idea y la élite de narcoempresarios que los acompañan sabrán lo que es una verdadera guerra.
Los ciudadanos mexicanos nos negamos a que nuestros hijos, por falta de un futuro mejor, sigan engrosando las filas de los carteles, de las policías, de la Armada y el Ejército corrompidos… o sigan en medio de esta absurda batalla salvaje, fraticida, cuyos únicos beneficiarios son unos cuantos de los poderosos (de aquí y de E.U.) que disponen de nuestro país a su antojo.
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