2/04/2011

La marcha del 31 de enero


Por Gerardo Peláez Ramos Rebanadas de Realidad - Distrito Federal, 04/02/11.- Bajo banderas, carteles y mantas del Sindicato Mexicano de Electricistas, el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, la Confederación Nacional Campesina y otras organizaciones obreras y campesinas, se desarrolló una gran marcha en la ciudad de México el pasado 31 de enero. Las demandas de los manifestantes se centraron en plantear un "cambio de rumbo económico, político y social del país", con consignas de "rechazo a la reforma laboral", "alto a los gasolinazos", "freno a la carestía generalizada", "repudio al mal gobierno" y contra la violencia que castiga al país.

La marcha nacional fue convocada por el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas, que integran, entre otras, las siguientes organizaciones: Confederación Nacional Campesina, Frente Sindical Mexicano, Central Campesina Independiente, Diálogo Nacional, Unión Nacional de Trabajadores, Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Federación Nacional de Sindicatos Universitarios, Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios y de Educación Superior, Sindicato Mexicano de Electricistas y Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana.

Al desenvolverse la manifestación, se incorporaron contingentes de la Confederación Regional Obrera Mexicana y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, que no habían participado en las discusiones, en la toma de acuerdos y en la realización de acciones comunes de masas. El llamamiento unitario del Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética parece ser que empieza a surtir efecto en centrales hasta ahora desmovilizadas y ajenas a las actividades de frente úbnico. El mismo día 31 apareció un desplegado de las organizaciones más representativas del movimiento obrero, campesino y popular de Coahuila en que expresaban su respaldo a los miembros del SME y los trabajadores de la Compañía Mexicana de Aviación, a la vez que llamaban a procesar la más amplia unidad frente al gobierno de derecha del Partido Acción Nacional.

La participación de la CROM y la CROC, así como el remitido de las organizaciones sociales coahuilenses, han originado la sospecha en algunos analistas políticos de que la mano del Partido Revolucionario Institucional estuvo metida en la manifestación del 31 de enero en función de las elecciones presidenciales de 2012. Naturalmente este elemento está presente, pero no es lo central. En cuanto a la CNC, ésta viene participando en el Movimiento Nacional desde hace tiempo, por lo que no debe sorprender su incorporación activa a las acciones conjuntas.

Al celebrarse el mitin de culminación de la marcha, en el zócalo capitalino, Martín Esparza, secretario general del SME, llamó a luchar para enfrentar a una administración que sólo miente a la nación y señaló con agudeza: "Le quedan pocos meses a este gobierno, pero debemos derrocarlo, como lo hicieron en Túnez y se está haciendo en Egipto. Debemos levantar la insurgencia civil y pacífica en todo el país".

Gerardo Sánchez, dirigente de la CNC, planteó que los campesinos mexicanos están indignados por los incrementos de precios a la canasta básica, las gasolinas y otros energéticos, y repudian las medidas antipopulares "de este gobierno de derecha, por lo que no descansaremos hasta derrocar a este gobierno arbitrario".

Las expresiones de Esparza y Sánchez reflejan, de manera directa, estados de ánimo en el seno de núcleos considerables de trabajadores asalariados y pobres del campo. No son simples habladurías, por lo que la izquierda política debería poner atención a cómo se desarrollará la agitación social en los próximos meses, medir la temperatura de las masas y prepararse a luchar más allá del simple juego electoral.

La convocatoria a la celebración de la marcha nacional, indicaba con claridad: "Las políticas aplicadas por la administración de Felipe Calderón mantienen al país al borde del desplome. Las estrategias neoliberales impulsadas desde el exterior y desde dentro por la clase política dominante son las responsables de las crisis económica, política y social. Para nuestro Movimiento, en consecuencia, resulta urgente continuar la lucha iniciada hace ya 4 años para cambiar el rumbo de la economía y democratizar a nuestra nación en virtud de las siguientes consideraciones:

"1. Los efectos de la crisis sistémica que fue producto de la confluencia de la crisis alimentaria, la crisis medioambiental, la crisis energética y la crisis financiera, distan mucho de haber sido superados; a pesar del crecimiento económico moderado del año pasado, el poder e influencia del capital multinacional, las grandes compañías agroindustriales y los aliados empresariales del régimen se ha fortalecido; en contraste, subsiste el deterioro del campo mexicano, mientras que los niveles de bienestar de la mayoría de los mexicanos continuaron descendiendo y los índices de pobreza se han profundizado. La pobreza alimentaria afecta ya al 18.2 % de la población, alrededor de 7 millones de jóvenes no estudia ni trabajan, aproximadamente el 60% de las personas en edad de trabajar sobrevive dentro de la economía informal mientras que 28.4 millones de mexicanos carecen de seguridad social.

"2. La crisis agudizó los problemas estructurales que venía arrastrando un aparato productivo afectado por la aplicación de políticas de ajuste que mantienen deprimido al mercado interno y que agravan la crisis agroalimentaria. Tal es el caso del desempleo, según cifras oficiales, la tasa de desocupación del 2010 representa poco menos del 5% de la población económicamente activa (2.3 millones de personas), cifra que puede elevarse hasta el 17% si se aplica la metodología de la OIT para medir este indicador. Se estima que, para resolver tan solo la demanda insatisfecha de empleo de los últimos 10 años habría que crear al menos 4 millones de nuevos puestos de trabajo.

"3. La carestía que se ha presentado de manera recurrente en los últimos años ha erosionado drásticamente el poder de compra de los salarios, en ella han influido factores como la crisis alimentaria nacional e internacional o los incrementos graduales que, desde 2009, se aplican a la gasolina y el diesel, los que ejercen un efecto multiplicador sobre los precios de diversos bienes y servicios. Uno de los sectores más afectados por las recientes escaladas de precios es el de los trabajadores que ganan entre uno y tres salarios mínimos y que dedican el 63% de sus precarios ingresos a gastos de alimentación y transporte. Entre los años 2000 y 2009, artículos de la canasta básica como el azúcar y el frijol se encarecieron 169 y 142%, respectivamente, mientras los salarios apenas se incrementaron el 51.4%. La carestía de principios de este año, que pulverizó al minúsculo aumento de los salarios mínimos, se recrudecerá por las posibles alzas que el maíz y otros productos de primera necesidad experimentarán debido al desabasto mundial de alimentos.

4. Las finanzas públicas, por su parte, enfrentan un notorio debilitamiento debido a la contracción del mercado interno y a un régimen fiscal inequitativo, lo que implica el riesgo latente de un colapso si, como auguran varios analistas, se produce un incremento de las tasas de interés del servicio de la deuda pública que en los últimos 4 años creció un 90.7% por lo que, en noviembre del 2010 su monto llegó a 4 billones 450 mil millones de pesos".

En la convocatoria se abordan la inseguridad, el control de regiones por el crimen organizado, el fracaso de la guerra contra el narcotráfico, la violación de los derechos humanos y la criminalización de la protesta social; la defensa del Ejecutivo de los intereses empresariales, como queda en claro con la quiebra frauduilenta de Mexicana de Aviación, la licitación 21 del espectro radioeléctrico, la disolución de Luz y Fuerza del Centro y el conflicto minero.

En el documento se llama a luchar por cinco grandes reformas que son:

"1. La Reforma del Régimen Político. Que incluye entre otras vertientes: la construcción de una nueva institucionalidad democrática, que contemple el referéndum, el plebiscito, la iniciativa popular y la revocación de mandato, así como el derecho a la autonomía y el autogobierno de las comunidades y las colectividades locales de manera que, con éstos y otros instrumentos se garantice la participación social en el diseño e instrumentación de las principales políticas públicas y la democratización del mundo del trabajo, para ello un primer paso es derrotar al proyecto antisindical de Reforma Laboral que promueve el gobierno federal, el otro ingrediente esencial del proceso es el desmantelamiento del sistema de control corporativo de Estado, a partir del fortalecimiento de la independencia y autonomía sindicales y de la contratación colectiva auténtica.

2. La Reforma Económica. Cuyo punto de partida es la promoción del crecimiento económico con redistribución del ingreso, lo que hace necesaria una reforma fiscal redistributiva y progresiva así como una estrategia de crecimiento incluyente y de reactivación del mercado interno. 3. La Reforma de la Política Social. Que implica sustituir las políticas asistencialistas vigentes por políticas de desarrollo y participación social, fortalecer y universalizar el sistema de salud y seguridad social e impulsar la educación pública, laica y gratuita, así como el desarrollo cultural, científico y tecnológico tal y como lo establece el articulo tercero de nuestra carta magna.

4. La Reforma Agropecuaria. Para revertir el abandono crónico del campo mexicano mediante la articulación de programas de fomento al desarrollo agropecuario y pesquero que permitan alcanzar la soberanía alimentaria, que faciliten a los pequeños y medianos productores la adquisición de capacidad productiva competitiva y que, finalmente, contribuyan a elevar el empleo, el ingreso y el bienestar de la familia campesina, y 5. La Reforma de la Política Exterior. Para robustecer la autodeterminación de nuestra nación y establecer mecanismos para la justiciabilidad de todos los derechos humanos fundamentales comenzando por los derechos de los migrantes; en este orden de ideas apoyamos su lucha por un trato digno tanto en México como en los Estados Unidos".


El Movimiento Nacional levanta las demandas inmediatas citadas a continuación: fin a los aumentos escalonados de los combustibles; aumento salarial de emergencia y control de precios a los artículos que integran la canasta básica; renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; solución a las huelgas de Cananea, Taxco y Sombrerete; libertad a los presos políticos; castigo a los responsables de los homicidios de Susana Chávez, Marisela Escobedo y Josefina Reyes; alto al baño de sangre; no a la reforma laboral y a la alianza por la Calidad de la Educación; apoyo a las revisiones salariales y contractuales de los sindicatos, y esclarecimiento del siniestro ocurrido en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora.

En la marcha del 31 de enero y en los objetivos señalados se localiza la respuesta del movimiento obrero, campesino y popular a la política del gobierno panista del presidente espurio Felipe Calderón Hinojosa, que hunde al país en la desindustrialización, el bajo crecimiento económico, la desnacionalización de la economía, el desempleo, el incremento de la economía informal, los bajos salarios, la liquidación de sindicatos y contratos colectivos de trabajo, la crisis agropecuaria, el asesinato de más de 34 mil mexicanos en lo que va del sexenio por la supuesta guerra antinarco y el crecimiento del narcotráfico y el crimen organizado, al mismo tiempo que Estados Unidos interviene en el país como si México fuera uno más de los estados de la Unión Americana. Parece ser que la banda que dirige la nación "olvida" que México tiene más de 112 millones de habitantes, cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados y más de 9 mil kilómetros de litorales. Los pequeños politicastros del Partido Acción Nacional se asumen como lacayos de los gringos y así actúan en consecuencia.

Pero hay cambios positivos en el planeta. La revolución democrática en Túnez, Egipto, Yemen y otros países del mundo árabe influye a los pueblos de México y América Latina, fortalece la lucha por la verdadera independencia y la democracia, aísla al imperialismo norteamericano y europeo, rompe los nexos criminales de Mubarak y otros apátridas árabes con el régimen genocida y criminal de Israel, y, en general, señala que la conquista de la calle, las manifestaciones y mítines y otros medios de lucha pacíficos permiten golpear y derrocar a las dictaduras progringas y antinacionales que existen en Asia, África y América Latina. Todo indica que se abre una nueva etapa en los movimientos de liberación nacional del Tercer Mundo.

Para el movimiento social en México, el 31 de enero es un buen inicio. Cabe esperar que el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas se fortalezca con nuevas organizaciones sindicales y campesinas, acreciente su unidad y desarrolle iniciativas que conduzcan a un cambio en la correlación de fuerzas y, finalmente, a la expulsión del poder al grupo antinacional del PAN que destruye a México, avala la política intervencionista de Estados Unidos, combate a los países latinoamericanos avanzados y se alía con criminales de guerra y genocidas como Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos Calderón.

Gerardo Peláez Ramos es autor, entre otras obras, de Partido Comunista Mexicano. 60 años de historia. (Cronología. 1919-1968), 2 tomos, Culiacán, UAS, 1980; Situación actual y perspectivas del movimiento sindical en México, Puebla, UAP, 1978; Historia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, México, ECP, 1984, y Ed. del STUNAM, 2ª ed. corr. y aum., 2000; Las luchas magisteriales de 1956-1960, México, ECP, 1984; Historia del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de Guerrero, Chilpancingo, CESS del STAUAG, 1990; El sindicalismo magisterial. 1935-1943, México, SNTE, 1994; Diez años de luchas magisteriales (1979-1989), México, Ed. del STUNAM, 1999; Breve historia del STUNAM, México, UNAM-STUNAM, 2001, y Resumen histórico del SUNTU (1979-1995), Culiacán, SUNTUAS Académicos, 2004.


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