12/05/2013

Los periodistas pal café. . .


Lo que hay es un peligroso proceso de reconcentración del poder por parte de una clase política endogámica y voraz que pretende acomodar a su conveniencia nuevas o reformadas reglas que permitan la subsistencia del actual modelo económico y político injusto y la exclusión o confinamiento del interés popular.
El neoporfirismo, que tuvo una primera versión con Carlos Salinas de Gortari en Los Pinos (explorador, en su momento, de las posibilidades de seguir en la silla presidencial por uno o varios periodos más), se ha mostrado con crudeza en el recorte conceptual y escenográfico de lo revolucionario, al suspender el desfile conmemorativo y convertirlo en un acto privado de exhibición de fuerza militar allí mismo condecorada y promovida en términos escalafonarios. Pero, sobre todo, en la aprobación de las enmiendas legislativas que autorizan la relección, con ciertas diferenciaciones, de presidentes municipales, diputados federales y senadores. Nada queda ni siquiera en términos retóricos del viejo lema revolucionario que durante décadas fue orgullo de los gobiernos priístas que lo mancillaban pero no lo sepultaban: no hay (no ha habido) sufragio efectivo (sino en efectivo, con ríos de dinero sucio prostituyendo el proceso electoral) y ahora ni siquiera el tapujo de la no relección inmediata.
Justamente cuando el sistema político y electoral está en una crisis que parece terminal, distantes como nunca los intereses de la sociedad respecto de las decisiones de las élites directivas, aporreado crónicamente el ideal de los comicios limpios, repudiadas muchas de las conductas de los miembros de la muy desacreditada clase política, esta misma se regala un bono a futuro de supervivencia casi familiar. El mensaje es demoledor: los mismos de siempre han decidido establecer su derecho a sostenerse en sus cargos durante varios periodos (Beltrones y Gamboa, por dar un par de ejemplos significativos, se la han pasado brincando de cargo en cargo, sobre todo en la conducción de las cámaras, en una suerte de relección alterna). Con buen efectivo para la compra del sufragio, los ocupantes del poder tendrán oportunidad de volver a hacerse elegir. El otro Madero debería asomarse aunque fuera en sesión espiritista a jalarle los pies a quienes así se confabulan (empezando por su pariente panista, Gustavo).
La obsesión por sostener en el poder a la misma franja de políticos depredadores que forman parte del peñismo o de sus aliados pactistas ha llevado a lanzar mensajes amenazantes a diversos poderes fácticos (con Elba Esther Gordillo como caso ejemplar), a pretender la disolución de organizaciones independientes (como la CNTE), a imponer una miscelánea fiscal que conserva privilegios en las máximas alturas y golpea sin prudencia a clases medias y populares, a dotar de mecanismos represores y de mejores formas de obtener ganancias a la banca mexicana dominada por extranjeros y a arreglar las formas de competencia y participación política en los términos descritos en párrafos anteriores.
La corona de ese proceso de rediseño del poder es la reforma energética. De ser aprobada, con ella se vaciará de contenidos defensivos a la figura presidencial mexicana, dejándola a merced de las presiones y amenazas de las poderosas firmas trasnacionales que se quedarán con buena parte de la renta petrolera, que actuarán con dolo y soberbia por encima del interés y los recursos nacionales, que al menor estornudo amenazarán con recurrir a tribunales foráneos y que, en las faenas subterráneas de apropiación de riquezas locales en arreglo con políticos nativos, suministrarán cantidades de dinero para la producción de nuevos ricos transexenales y para que mediante campañas económicamente bien aceitadas se sostengan en el poder los políticos-mercaderes para garantizar la continuidad de los grandes negocios a largo plazo.
Carlos Payán Velver cautivó al auditorio con sus relatos de vida, desde las andanzas infantiles y juveniles hasta las profesionales, partidistas (fue militante del Partido Comunista Mexicano) y periodísticas, primero en el Unomásuno conducido por el legendario Manuel Becerra Acosta y más tarde en la creación de La Jornada, diario del que fue su primer director. Un recorrido que pasó lista a los sueños de cambiar al mundo para bien, a los miles de problemas relacionados con la creación de un diario, a la importancia de dar voz a temas y actores sociales tradicionalmente ignorados y a la satisfacción, al final de un tramo recorrido, de haber hecho lo que se creía y debía.
En la cúpula y en el muro principal, los trazos de José Clemente Orozco añadían color a las notas del que para entonces ya era doctor honoris causa, el pentafásico Payán (abogado, periodista, político, productor de cine y televisión y permanente defensor de derechos y libertades) que hablaba en el paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara  ante un público en el que, entre otros, se encontraban la directora general de La Jornada, Carmen Lira, Guillermina Álvarez, Laura Restrepo, Héctor Díaz Polanco, Inna y Emilio Payán, Elvira Concheiro, Héctor Ortega, Salvador Martínez della Rocca (el Pino), el rector general de la UdeG, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, y los directores de las Jornadas de Oriente, Aurelio Fernández, y de Jalisco, Juan Manuel Venegas.
Y, mientras los interesados se asoman a ow.ly/rqc11 el portal del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial en donde, usando como clave el número de expediente 1244411 se puede confirmar que Televisa, mediante su apoderado, Gerardo Muñoz de Cote Amescua, ha tratado de apoderarse desde enero de 2012 de la marca Buen fin, el fin de semana más barato del año, a pesar de que ésta se beneficia de convenios entre el gobierno federal y la iniciativa privada, como la asignación de centenares de millones de pesos para premios por compras en ese lapso, ¡hasta mañana, con un primer reporte médico que alienta las expectativas de un adecuado restablecimiento del resistente Andrés Manuel López Obrador!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero


Iban a dar a conocer hoy el resultado de la encuesta sobre el aumento del pasaje del Metro –de tres a cinco pesos–, pero prefirieron hacerlo mañana. Es curioso: en las elecciones presidenciales las encuestadoras hacen la aritmética de centenares de miles de votos en unas cuantas horas, sin embargo, contar 7 mil 200 cuestionarios (entre Covarrubias, Parametría y Mitofsky) les ha tomado toda la semana. Dicen los que saben que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y su director de Transportes, Joel Ortega, van a aprovechar el fin de semana para revelar a los capitalinos que, aun cuando no lo subieran hasta ahora, inconscientemente ya estaban de acuerdo con pagar más. ¿Cómo no se les ocurrió preguntarles antes? Se sienten satisfechos con la limpieza de las estaciones y los trenes y con la seguridad. Además, manejan con transparencia los miles de millones de pesos del presupuesto… ¡Viene, queremos aumento! Ah, según esto, habrá una tarifa diferenciada para la gente necesitada. Es decir, abrirán otra puerta a la corrupción.
Pájaros sin alambre
Es inutil que apagues el celular. Aun así lo tiene localizado la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos. Un nuevo reporte del diario Washington Post revela que la NSA está reuniendo alrededor de 5 mil millones de registros diarios de llamadas que se hacen en todo el mundo. Este rastreo permite a la agencia seguir los movimientos de los usuarios de los teléfonos y hacer un mapa de sus relaciones personales de maneras que nunca antes habían podido siquiera imaginarse. Añade el WP que los registros alimentan una enorme base de datos sobre la localización de centenares de millones de aparatos, de acuerdo con los documentos que reveló el ex empleado de la NSA Edward Snowden. Los analistas pueden encontrar cualquier celular en cualquier lugar del mundo, estadunidense o no, rastrear sus movimientos y exponer las relaciones personales ocultas de los usuarios mediante los patrones de movimiento. Los celulares emiten sus datos de localización incluso si no están en uso, tanto para llamadas como para envío de mensajes de texto. El gobierno estadounidense está rastreando a personas en reuniones de negocios, visitas a hospitales, cuartos de hotel, casas particulares o cualquier otro tipo de lugar que tradicionalmente era considerado protegido. Una pregunta inocente: ¿entonces por qué no han atrapado al Chapo Guzmán? ¿Usará palomas mensajeras en vez de celulares?
Aflojado en terracería
AMLO es resistente. Salió ayer de la unidad coronaria y fue trasladado a la unidad de terapia intermedia de Médica Sur, donde esperará a ser dado de alta. Evoluciona favorablemente y sin ninguna complicación. Le conviene al país que se recupere: todos los líderes de oposición –de la izquierda y la derecha– ya dieron el brinco a la nómina del gobierno priísta. Es el único al que no le han llegado al precio. Eso sí: tiene que añadir a la lista del compló a nuevos enemigos: el cigarrillo y las comidas con carga de grasa y carbohidratos.



Llegó el momento, pero para ser la decisión más trascendental en 75 años, muy a la ligera se lo toma el grupúsculo que intenta clavar la puntilla al sector energético nacional. Quiere dar el golpe final sin consultar a los dueños legítimos –los únicos–, con decisiones de cúpula, negociaciones en lo oscurito y, muro de por medio, rodeados de policías. Pretende poner la cereza a tres tristes décadas de tentativas privatizadoras del circuito del oro negro aún mexicano y de lo que queda de la generación eléctrica.
De forma por demás vergonzante, el Ejecutivo federal, los pactistas (y sus representantes en el Senado y la Cámara de Diputados), la cúpula empresarial (hinchada de billetes gracias al desmantelamiento del aparato productivo del Estado) y las trasnacionales del ramo (sempiternas succionadoras de la riqueza nacional) gritan a coro que en materia energética decidirán democráticamente. Y el gobierno de Estados Unidos, frotándose las manos.
Como si se tratara de privatizar una fábrica de dulces, cuando en los hechos es la decisión más importante desde la expropiación cardenista, los involucrados en esta intentona dejan a un lado el sonado fracaso de sus propios experimentos anteriores: el gobierno federal privatizó los fertilizantes y sus nuevos dueños privados no pudieron con el paquete: reventaron Fertimex y hoy México importa prácticamente el ciento por ciento de ellos.
La misma autoridad privatizó, mediante reclasificación, el grueso de la industria petroquímica, y ahora el país importa masivamente los productos de tal sector. Por decisión del cambio se concesionaron (privatizaron) grandes áreas para la extracción y comercialización de gas natural, con la promesa de que México se convertiría en exportador neto de este combustible; a estas alturas es importador neto, y en volúmenes crecientes. De igual manera, permitió a particulares la generación de energía eléctrica, y poco a poco el Estado se ha retirado, y la voluminosa factura la pagan los mexicanos. Y hay muchos fracasos más, pero ninguno de ellos es mencionado a la hora de justificar el golpe final que tal grupúsculo pretende asestar a la industria energética nacional.
Que Pemex no tiene dinero para invertir lo necesario, cantan los jilgueros, pero el más reciente reporte que la paraestatal entregó a la Comisión de Cambios y Valores Securities (SEC) de Estados Unidos (con información al cierre de septiembre de 2013) documenta todo lo contrario: en los nueve primeros meses del año, Petróleos Mexicano obtuvo 566 mil millones de pesos en rendimientos (ganancias) antes de impuestos, algo así como 43 mil 500 millones de dólares. Pero llegó la Secretaría de Hacienda: se quedó con todo ese dinero y exigió 93 mil millones adicionales, por lo que oficialmente la empresa del Estado reportó pérdidas.
El negocio es suculento, de allí la insistencia en modernizarlo. Para dar una idea de qué se trata, poco más de un año atrás, La Jornada publicó lo siguiente: Pemex se ubicó como una de las empresas petroleras con los costos de exploración y producción más competitivos de la industria a nivel global. Por ejemplo, los costos de producción de Pemex se ubicaron en alrededor de 6.12 dólares por barril, por abajo de (trasnacionales del ramo como) Total (6.57 dólares), Statoil (7.19), Exxon (9.45), Conoco (9.70), British Petroleum (10.08), Eni (10.86), Shell (11), Petrobras (12.89) y Chevron (13.98 dólares por barril). Los costos de exploración y desarrollo se ubicaron en 16.13 dólares por barril, contra 18.71 dólares de la italiana Eni, la estadunidense Chevron, 21.47, y la estatal noruega Statoil, con 27.99 dólares por barril. Y el barril lo venden a 100 dólares. Para el caso mexicano la diferencia entre el costo de producción y el precio de venta es mayor a mil 500 por ciento. ¿Se entiende de dónde surge la urgente necesidad de privatizar?
Por aquellas fechas un ex embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, garantizaba a los mexicanos bienestar tipo Noruega si aceptaban romper el tabú de impedir la inversión privada en la industria petrolera mexicana, y redondeaba: por demasiados años México ha hablado de su soberanía respecto de la energía. Tengo que decir que esto es una muestra de inseguridad; más de 50 países han logrado entendimiento para tratar con el sector privado doméstico e internacional con la energía, y México podría hacerlo también. Lo primero que veo es que es un tema que los políticos mencionan de vez en cuando, pero al llegar al poder no quieren empujar la idea porque temen ser llamados entreguistas, malinchistas y todo lo que sabemos. No lo dijo gratis, desde luego, pues el ex diplomático es cabildero, entre otros, del Cohen Group, que tiene entre sus directivos a ex importantes mandos del aparato militar y de seguridad estadunidense.
Mientras los mexicanos dejan de ser malinchistas y se preparan para vivir como noruegos, según la oferta de Davidow y clientes que le pagan, el cerco al Senado de la República al parecer reporta su primer efecto: el inicio de la discusión de la reforma energética se pospuso para mañana, según confirmó el presidente de la comisión de Energía del Senado, el priísta David Penchyna (La Jornada, Andrea Becerril y Víctor Ballinas). Y para ello también ayudaron algunos integrantes de la bancada perredista: Alejandro Encinas, secretario de la comisión de Puntos Constitucionales, recalcó que el debate debe ajustarse a los tiempos y ser amplio y generalizado, dada la magnitud de la reforma constitucional que se pretende.
Sin embargo, otros opinan exactamente lo contrario, como Juan Bueno Torio, ex funcionario de Pemex y ahora diputado panista, para quien la reforma energética ha sido muy discutida, incluso sobrediscutida y los legisladores están listos para tomar una decisión importante para el país. La hemos discutido en 2002, en 2005 muy de fondo, en 2008, obteniendo como producto una reforma que no fue lo suficientemente atractiva para detonar el potencial energético que tenemos en el país. Otros ex funcionarios de la paraestatal hacen lo mismo que Bueno Torio, pero abiertamente como cabilderos de trasnacionales.
¿Y a usted, a qué hora le preguntaron si quiere o no reforma, y sobre todo de qué tipo?
Las rebanadas del pastel
Un fuerte abrazo para Carlos Payán por el merecido reconocimiento que le otorga la Universidad de Guadalajara y el homenaje en la Feria Internacional del Libro de la perla tapatía, ambos con copia para La Jornada. ¡Salud!
Twitter: @cafevega


El cierre de año del Congreso del Estado se presenta convulsionado. Por una parte está la aprobación del presupuesto 2014 antes del 15 de diciembre; pero además está la posible aprobación de créditos para una veintena de municipios que atraviesan una severa crisis financiera.
El Congreso de Morelos está integrado por 30 diputados: 8 del PRD (afines al gobernador Graco Ramírez), 8 priístas, 4 del PAN, 3 del PT, 3 del Verde, 2 de Movimiento Ciudadano, uno para Nueva Alianza (una sobrina de Elba Esther Gordillo) y uno más del Social Demócrata (fuerza política local).
El problema que enfrenta el gobierno de Graco Ramírez es que no ha podido construir una mayoría que le permita aprobar las reformas que ha propuesto. Primero, un pacto para apoyar a los 33 municipios que atraviesan una crisis financiera sin precedentes. Los alcaldes que culminaron su cargo el 31 de diciembre pasado los dejaron endeudados por contratación de créditos y desvío de recursos, pero además, por laudos laborales derivados de despidos injustificados.
No obstante, los diputados de PRI, PAN y Social Demócrata cerraron la puerta a este pacto, pues las fuerzas afines al gobernador apenas sumaron 17 votos de los 20 necesarios para aprobarlo. En tanto, la discusión del presupuesto 2014 tampoco se antoja fácil. Las mismas fuerzas opositoras han hecho cuestionamientos que no serán salvables fácilmente. 



Conocí a AMLO el 1 de diciembre de 1994. Estaba en el Distrito Federal encabezando una de las caravanas que salieron desde Tabasco en demanda de democracia –acababa de perpetrarse un enésimo fraude electoral en su tierra natal y López Obrador y su gente habían acampado en el Monumento a la Revolución. Eran días aciagos los de aquella sucesión presidencial entre Salinas y Zedillo, marcada por el desastre nacional y por la sangre de los asesinatos políticos, pero también por la esperanza de la insurrección zapatista. Se respiraba zozobra.
A unos metros de la Plaza de la República, frente al viejo edificio de la Lotería Nacional, unos muchachos de filiación desconocida y rostro encapuchado bajaron al conductor de una pequeña pick up que pasaba por allí y, ante decenas de cámaras de televisión, le prendieron fuego al vehículo. Poco después un contingente de granaderos se apersonó en el lugar y empezó a cercar a los revoltosos. Los manifestantes tabasqueños observaban los hechos y empezaron a acercarse, por mera curiosidad, al punto del conflicto. López Obrador les pidió que se retiraran y que se recluyeran en el campamento. Todos acataron la instrucción como si hubiera surgido de ellos mismos. Momentos más tarde empezó la refriega. No recuerdo si los uniformados capturaron a alguno de los provocadores, pero sí que le pusieron una paliza salvaje a Manuel Meneses, entonces jefe de Información de La Jornada, y a nuestro fotógrafo Carlos Cisneros. En estos tiempos, cada vez que se repite el ciclo violencia tolerada-cobertura mediática-atropello de inocentes, me acuerdo de aquellos momentos.


 

El robo de un contenedor que transportaba cobalto 60 –material radiactivo utilizado para tratamiento de cáncer–, destinado a un hospital de Tijuana encendió ayer la alarma de las autoridades del país, de la prensa internacional e incluso de la Agencia Internacional de Energía Atómica y del gobierno de Estados Unidos, por el potencial dañino de la sustancia mencionada, si bien se aclaró desde un inicio que no resultaba apta para la fabricación de armamento nuclear. Por la tarde, el material fue hallado fuera del contenedor que lo transportaba y a más de medio kilómetro del vehículo robado, pero sin señales de haber sido manipulado y en una zona despoblada de la comunidad de Hueypoxtla, en el estado de México.

Cuestiona que el gobierno blinde edificios estratégicos
El solo hecho de que el gobierno organice operativos para blindar las Cámaras, Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, la Secretaría de Gobernación, el Senado y otros edificios estratégicos es prueba aplastante de que reconoce el rechazo a sus reformas por parte del pueblo que le paga. ¿Por qué ir de manera tan manifiesta contra la voluntad popular, contra su mandante? ¡¡¡A$ombro$o!!!

Al presidente Peña le corre prisa para modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución. Sabe que entre todos los cambios propuestos al inicio de sexenio, ninguno se compara por sus implicaciones con esta reforma, sin duda la más riesgosa de la historia moderna de México. Aunque en la propaganda gubernamental se defiende como una modernización que no privatiza la propiedad de las riquezas estratégicas, lo cierto es se trata de una enorme operación para traspasar del Estado a los particulares los beneficios de la renta petrolera, es decir, para compartir lo que hasta hoy se consideraba como propiedad exclusiva de la nación.

David Grossman señaló en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) que los palestinos tienen derecho a tener su propio Estado, libre, independiente y soberano. Añadió que, a su juicio, sería la única manera de que haya paz entre israelíes y palestinos, y que él no podría vivir bajo la carga de la ocupación, humillante para sus pobladores. Sería un tormento.

Después de 1945, cuando Estados Unidos se volvió una potencia mundial, le dio la espalda a sus vecinos para mirar mucho más allá de sus fronteras territoriales y extender su seguridad estratégica a regiones bien lejanas: Berlín, Corea, Vietnam. La reorientación derivó en un nuevo orden de prioridades para Washington, en el que México y América Latina, que hasta entonces habían sido temas dominantes en su política exterior, pasaron a segundo plano; sólo excepcionalmente lograban insertarse en el horizonte estadunidense, como lo hizo Cuba con su revolución en 1959. Además, el cambio se vio favorecido por una tecnología militar que se imponía a las distancias, por ejemplo, los misiles intercontinentales, y en general minimizaba las restricciones físicas que podían obstaculizar las operaciones militares.

Extiendo a una segunda nota el análisis de las conclusiones de la tercera reunión plenaria del Comité Central del Partido Comunista de China, celebrada a mediados de noviembre. Más allá de las cuestiones relacionadas con las modificaciones de la política demográfica y la reorientación de las acciones de reforma y apertura, examinadas hace dos semanas, el tercer pleno abordó algunos de los más presionantes asuntos políticos internos, con vistas a, si así puede decirse, establecer una interlocución fluida entre una ciudadanía cada vez más interesada y activa, que se siente ignorada o aislada de la toma de decisiones, y los órganos del partido y el gobierno, a menudo distantes y escasamente proclives a responder y rendir cuentas.

Luego de un año al frente de la administración central del país es posible decir que el gobierno de Peña Nieto ha tenido un desempeño desigual: ha logrado concretar reformas de importancia, como la de telecomunicaciones, pero en términos del funcionamiento presupuestal ha sido incapaz de ejercer el gasto público conforme a sus propios planes. Por eso la metáfora usada por Peña Nieto de que si estuviéramos en un maratón apenas iríamos en el kilómetro siete es una buena descripción de la situación actual y, sobre todo, de lo que sigue en el resto del sexenio: contrario a lo dicho por Peña no sólo no es tiempo de festejar, sino que ha quedado claro que ya perdimos la carrera.

De asquerosa monstruosidad calificó Xiomara Castro, candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre) los resultados ofrecidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre las elecciones del 24 de noviembre en Honduras. Libre ha denunciado sólidamente un sinnúmero de graves irregularidades cometidas en todos los niveles del proceso por el TSE. En virtud de ello Xiomara anunció que su partido no reconocerá esos resultados mientras no le permitan ingresar en el sistema de información y cómputo electoral así como que desconoce la legitimidad de cualquier gobierno producto de este bochornoso asalto.

Un muchacho preparatoriano vio una escenificación de Edipo rey de Sófocles y la interpretó muy excitado como un asunto policiaco, en lo que coincidió con Alfonso Reyes, aunque él no lo sabía. En efecto, si se recuerda que la muy conocida historia empieza en la tragedia con un Edipo coronado rey a la muerte del antiguo, que es su padre al que no conoce, la indagación acerca de quién mató a Laertes puede ser interpretada como un thriller de la antigüedad, lo que parece confirmar que en los escenarios de muchas épocas la intriga acerca del crimen se desarrolló sin trabas. Lo mismo ocurre con otros textos dramáticos, como sería El médico de su honra de Pedro Calderón de la Barca, obra en que el celoso y cobarde don Gutierre, seguro de la infidelidad de su inocente esposa, la mata de una manera repugnante, confiando en que no se descubrirá su delito, mandando mediante amenazas –al médico Ludovico– cubiertos los ojos y tras muchas vueltas a desangrarla. Ludovico ha tenido la presencia de ánimo de marcar con su mano ensangrentada el portal de la casa y cada calle por la que se le hizo regresar, con lo que se da con la de Ludovico, aunque éste es perdonado por el rey en un siglo de machismo que se prolongaría durante mucho tiempo, aunque los llamados feminicidios sean ya castigados.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario