05 de diciembre de 2013, 06:05Por Fausto Triana La
Habana, 5 dic (PL) Se trata de una historia de amores llenos de
vehemencia y fidelidad, desde hace 35 años y con el mismo lugar de
citas: La Habana, bajo el tímido efluvio invernal de diciembre y la
magia del cine.
El trigésimoquinto Festival del Nuevo Cine Latinoamericano comienza hoy
en esta capital y hasta el 15 de diciembre, con una gala inaugural que
permitirá apreciar la calidad de Gloria, la cinta chilena que deslumbró
en la Berlinale a inicios de año.
En cifras, el evento habanero impresiona: 21 largometrajes de ficción;
22 mediometrajes y cortos de ficción; 21 óperas primas; 30
documentales; 31 animados; 25 guiones inéditos y 33 carteles.
Asimismo, se precia de la amplia participación del universo
latinoamericano con Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia, El
Salvador, México, Uruguay, Venezuela, Puerto Rico, República
Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Bolivia, Panamá, y Cuba.
De
tantos festivales de cine en el mundo, La Habana se arropa con vuelos
altos en su 35 edición. No es una afirmación grandilocuente, porque su
carácter multifacético lo confirma.
Pero el encuentro con el
Séptimo Arte goza de una popularidad extraordinaria, su mejor carta de
identidad. Las salas de cine abarrotadas, el ambiente de películas y
farándula, se convierte en una constante en buena parte de la población
capitalina.
Impresiona siempre a foráneos por esa suerte de
fiebre que rinde culto, tal vez como en ninguna parte, al quehacer
latinoamericano con una mirada de reojo a las producciones de otras
latitudes, ahora con Hollywood, Alemania, España e Italia a la cabeza.
México con Heli, de Amat Escalante, laureada en la reputada cita de
Cannes, y Club Sándwich, de Fernando Eimbcke, con reconocimientos en
San Sebastián, sobresalen entre los candidatos a disputar los Premios
Corales aquí.
También Argentina, con Lucía Puenzo (XXY) y
Victoria Galardi (Cerro Bayo), quienes llegan con Wakolda y Pensé que
iba a haber fiesta, respectivamente.
En el Festival de
Biarritz, Francia, en 2010, sorprendió Bolivia con Zona Sur, un
exquisito retrato de la realidad del país andino con una interesante
propuesta de Juan Carlos Valdivia. El realizador se presenta en La
Habana con YVY Maraey.
Llama la atención la brasileña Lucía
Murat, quien fuera torturada por la dictadura, con Memorias cruzadas, y
tiene empuje la venezolana Pelo malo, de Mariana Rendón.
Un prolífico mosaico de posibilidades para los ávidos espectadores de la principal urbe cubana. |
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