Alertan de agresiones a DH por presencia militar
Por Patricia Chandomí, corresponsal
Tuxtla Gutiérrez, 15 feb 11 (CIMAC).- El Centro de Derechos Humanos de la Mujer (CDHM) rechazó la invitación del gobierno de Chiapas a fungir como instancia observadora de las mesas de diálogo entre las comunidades de la región de Agua Azul, Chiapas, confrontadas por la intención del mandatario estatal, Juan Sabines, de construir en la zona un centro ecoturístico.
En un comunicado, el CDHDM detalló que refutó la petición del coordinador general de asesores del gobierno de Chiapas, Antonio Gamboa López, para integrarse como observador en el diálogo que se realiza en la Universidad de la Selva en Ocosingo.
La organización advirtió que no existen las condiciones para la realización del diálogo en tanto las mujeres de las comunidades no sean incluidas, para resolver las denuncias sobre violaciones a sus derechos por la presencia policiaco-militar en la región.
El CDHDM insistió en que no es posible pacificar la zona mientras no sean liberados más de 100 campesinos, quienes además fueron torturados –según un comunicado de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) del pasado 11 de febrero–.
Cabe recordar que en semanas recientes, ejidatarios adherentes a La Otra Campaña (simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional) y campesinos afiliados al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) se enfrentaron violentamente por el control de la caseta de cobro de Agua Azul.
Los ejidatarios denuncian que el gobierno de Sabines, con el respaldo de campesinos priistas, les pretende arrebatar las tierras comunales para construir un centro turístico.
El CDHDM colabora con las mujeres de Agua Azul, quienes en diversas ocasiones han denunciado que los programas gubernamentales para “erradicar la pobreza” sólo han agravado los conflictos en sus comunidades, porque “utilizan el hambre y la necesidad de los campesinos para generar divisiones”.
“En opinión de las mujeres, la presencia policiaca y militar en Agua Azul, como estrategia gubernamental para imponer la paz, ha aumentado la tensión entre los grupos confrontados y ha provocado que las mujeres vivan atemorizadas ante posibles amenazas, hostigamientos o incluso agresiones sexuales de parte de los militares, como ha sucedido en varias ocasiones anteriores en la región”, denunció el Centro.
“Las mujeres indígenas y no indígenas de la región tienen claro que el discurso de género del gobierno sobre sus derechos en la práctica no se cumple; al contrario, reproduce el problema histórico y estructural de su pobreza, marginación, subordinación y exclusión, además de limitar su proceso de autodeterminación personal y el ejercicio de sus derechos ciudadanos”, sostuvo el CDHDM.
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