Los de Abajo
Gloria Muñoz Ramírez
A44 días de haber iniciado una huelga de hambre por su encarcelamiento,
el joven Mario González, de 21 años y preso en el Reclusorio Oriente
desde el pasado 2 de octubre, fue trasladado de manera forzada a un
hospital. Su estado de salud es grave, pero él se había declarado
dispuesto a todo para lograr su libertad.
Anarquista (para muchos el peor calificativo que se le puede dar a
alguien), estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH)
Naucalpan, de donde fue expulsado por su participación en la lucha
contra las reformas al plan de estudios de ese proyecto universitario
creado por el ex rector Pablo González Casanova, Mario fue detenido
antes de que llegara a la movilización del pasado 2 de octubre,
celebrada cada año para recordar la matanza de estudiantes en 1968. Se
le acusa de ataques a la paz pública, pero él no se encontraba en el
lugar de los hechos, sino en una unidad de transporte público que fue
interceptada por una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública
(SSP) del Distrito Federal, de la que todos los pasajeros jóvenes
fueron obligados a bajar.
Hoy Mario González está en el hospital de Tepepan en contra de su
voluntad. Las autoridades decidieron unilateralmente romper una
protesta hecha para ventilar su caso y conseguir su libertad. A pesar
de haber bajado ya entre 13 y 14 kilos de peso y de que su salud corría
peligro, el joven estaba dispuesto a continuar. Luego del traslado al
nosocomio, sus familiares y amigos no han podido verlo ni conocer su
estado de salud.
Mario
sí se dirigía a la movilización del 2 de octubre, pues es un activista.
Pero nunca llegó. La Cruz Negra Anarquista advierte que los jóvenes
detenidos en el microbús
fueron subidos a varias patrullas de la SSP e incomunicados por varias horas, hasta que por la noche fueron presentados en un Ministerio Público (MP) de la delegación Iztapalapa.
Durante el traslado y en su estancia en el MP –denuncian– fueron
torturados. Se les impuso el delito de ataques a la paz pública, y
antes de cumplirse el plazo de 48 horas, fueron consignados al
Reclusorio Oriente, y las mujeres a Santa Marta.
Al no ser acusados de delitos graves, los jóvenes detenidos
alcanzaron fianza, misma que fue cubierta de inmediato. Todos salieron
menos Mario, quien fue nuevamente retenido antes de salir del
reclusorio debido, indicó la juez, a sus antecedentes penales.
Las movilizaciones de amigos y familiares se intensificaron en los
últimos días, aunque un día después de que organizaron un plantón en el
CCH Vallejo la policía montó un operativo frente al plantel. Es la respuesta del Gobierno del DF a los estudiantes.
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