Carlos Bonfil
Fotograma de la película del sueco Lukas MoodyssonFoto cortesía de la Cineteca Nacional
Cero en conducta. La premisa inicial de ¡Somos lo mejor!,
del realizador sueco Lukas Moodysson, no puede ser más atractiva:
ambientar en el Estocolmo de 1982 el furor punk y sus provocaciones en
música, atuendo y conductas, con tres chicas de 13 años llevándole la
contra al predominio musical y a los prejuicios de sus congéneres
masculinos. Todo ello a partir de la novela gráfica Aldrig godnatt/Nunca jamás buenas noches (2008), escrita por su esposa.
A través de esta comedia juvenil, Moodysson traza una irónica radiografía de la sociedad sueca. Obligadas a pedir dinero en el metro para comprarse una guitarra eléctrica, las jóvenes escandalizan a los adultos que no comprenden que se deba recurrir a la mendicidad en un estado de bienestar, tan distinto a tantas otras naciones.
Una
ocurrencia afortunada es el empeño de Coco y Klara, novatas en la
técnica musical, para convertir al mundo punk a la muy cristiana
Hedwig, espléndida en la guitarra.
Integrado el grupo de chicas punk de cabellos cortos e ideas descabelladas, lo que sigue es el enfrentamiento con Iron fist, una banda de rock duro, en una singular lucha de sexos.
Esta lúdica educación sentimental de las jóvenes, que pasa por episódicos flirteos con remedos adolescentes de Johnny Rotten y sus Sex Pistols, y divertidas confrontaciones con familias convencionales atentas a sus rituales navideños, está muy alejada de dramas existenciales estilo A los trece (Thirteen, Catherine Hardwicke, 2003), y más en la línea de la primera cinta del propio Moodysson (Amor rebelde/Fucking Amal, 1998), otra historia de amores contrariados e insatisfechos apetitos juveniles en una plácida sociedad nórdica.
Cineteca Nacional, sala 1, a las 12:00 y 18:45 horas.
Integrado el grupo de chicas punk de cabellos cortos e ideas descabelladas, lo que sigue es el enfrentamiento con Iron fist, una banda de rock duro, en una singular lucha de sexos.
Esta lúdica educación sentimental de las jóvenes, que pasa por episódicos flirteos con remedos adolescentes de Johnny Rotten y sus Sex Pistols, y divertidas confrontaciones con familias convencionales atentas a sus rituales navideños, está muy alejada de dramas existenciales estilo A los trece (Thirteen, Catherine Hardwicke, 2003), y más en la línea de la primera cinta del propio Moodysson (Amor rebelde/Fucking Amal, 1998), otra historia de amores contrariados e insatisfechos apetitos juveniles en una plácida sociedad nórdica.
Cineteca Nacional, sala 1, a las 12:00 y 18:45 horas.
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