Se estima que una de cada tres mujeres sufre violencia a lo largo de su vida
En su reflexión en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres insta a levantarse, alzar la voz y participar en la creación de soluciones para poner fin a la violencia contra las mujeres
Madrid, 26 nov. 13. AmecoPress. “La
violencia contra mujeres y niñas es una violación de los derechos
humanos. Es violencia contra familias, comunidades, naciones y la
propia humanidad. Es una amenaza para la paz y la seguridad
internacional, según reconoce el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas. Asimismo, ha alcanzado un punto crítico y exige acciones de
todas y todos nosotros, jóvenes y mayores, mujeres y hombres.
Hoy, en el Día
Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y
todos los días, debemos apoyar nuestra causa, alzar la voz y ser parte
activa en la creación de soluciones que pongan fin a estas violaciones
de los derechos humanos.
Las y los
líderes tienen la responsabilidad de tomar medidas para poner fin a
todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas y de
proteger al 50 por ciento de la población. En este día, como parte de
la campaña ÚNETE, el Secretario General y yo misma les invitamos a
unirse y mostrar solidaridad vistiéndose de naranja por un futuro
mejor. Les invitamos a proclamar que todas las mujeres y las niñas
tienen el derecho humano fundamental de vivir sin violencia.
Actualmente,
se estima que una de cada tres mujeres sufre violencia a lo largo de su
vida. Una de cada tres niñas se casará antes de cumplir los 18 años de
edad. Aproximadamente 125 millones de mujeres y niñas de todo el mundo
han sufrido mutilación genital femenina. La trata se convierte en una
trampa para millones de mujeres y niñas, que pasan a ser esclavas en
plena era moderna. La violación es una práctica generalizada en las
guerras. El feminicidio, el asesinato de mujeres por el mero hecho de
ser mujeres, arroja cifras cada vez más escalofriantes.
Este tipo de
violencia no conoce fronteras y afecta a mujeres y niñas de todas las
edades, de todos los estratos económicos, de todas las razas y de todos
los credos y culturas. Desde las zonas de conflicto hasta los espacios
urbanos y los campus universitarios, se trata de violencia que nos
obliga a todas y todos a actuar como agentes preventivos de esta
pandemia y a tomar medidas AHORA. La gran mayoría de casos no se
denuncia ni se reconoce y las sobrevivientes quedan marcadas,
invisibles, sufriendo en silencio. Esta situación es intolerable.
Por todo ello,
hoy insto a las y los líderes mundiales a mostrar determinación y
coordinar una respuesta que sea proporcional a la violencia que amenaza
las vidas de mujeres y niñas. Ha llegado el momento de reaccionar con
las medidas necesarias, en consonancia con los estándares
internacionales de derechos humanos y el acuerdo alcanzado a principios
de este año en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la
Mujer para prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres.
Para ser
efectiva, la prevención debe abordar su causa subyacente: la
desigualdad de género. Necesitamos educación en las escuelas que enseñe
derechos humanos y respeto mutuo, y que inspire a las y los jóvenes a
ser líderes a favor de la igualdad. Necesitamos oportunidades
económicas equitativas y acceso a la justicia para las mujeres.
Necesitamos escuchar la opinión de las mujeres. Necesitamos más mujeres
en la política, la policía y el mantenimiento de la paz.
Sigamos
probando estrategias de prevención innovadoras y utilizando la
tecnología, incluida la tecnología móvil, para generar conciencia y
proteger los derechos de las mujeres.
Tenemos que
proteger a las mujeres y las niñas de la violencia, y, cuando se
produzca la violencia, garantizar el acceso a servicios esenciales para
todas las sobrevivientes. Esto incluye servicios de salud, refugios,
líneas de atención telefónica, policía, justicia y asistencia jurídica.
Debemos asegurar que las mujeres y las niñas estén seguras y que los
agresores rindan cuentas por sus delitos y sean llevados ante la
justicia.
Mediante la
iniciativa mundial Ciudades Seguras, podemos llegar a mujeres de todo
el mundo así como a personas encargadas del cumplimiento de la ley que
están más cerca del lugar de comisión de estos delitos. Tenemos que
ampliar nuestro trabajo y colaborar con hombres y niños, así como con
jóvenes.
Los Objetivos
de Desarrollo del Milenio no incluyeron la cuestión de poner fin a la
violencia contra las mujeres, lo que representa una flagrante omisión.
Insto a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas a que el
objetivo de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas se
convierta en una prioridad en el nuevo marco para el desarrollo una vez
que los ODM hayan concluido en el año 2015. ONU Mujeres promueve un
objetivo independiente sobre los derechos y el empoderamiento de las
mujeres y la igualdad de género.
Con un
liderazgo firme a favor de la prevención, la protección, el
enjuiciamiento y la prestación de servicios a las sobrevivientes,
podemos poner fin a esta pandemia mundial. Está en nuestras manos. Si
nos unimos podemos prevenir y poner fin a la violencia contra mujeres y
niñas.”
Foto: archivo AmecoPress, cedida por ONU Mujeres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario