Santiago
de Chile, 27 nov. 13. AmecoPress/SEMlac.- La pequeña Daniela Cruz
Leiva, de apenas cuatro años, fue asesinada a fines de septiembre tras
ser violada, golpeada y estrangulada. La carroza que llevó sus restos
en el funeral decía con flores "Adiós princesita". Katherine Droguett
Silda, de 36, fue agredida por un cliente con un puñetazo que terminó
matándola a causa de un paro cardiorrespiratorio, mientras trabajaba en
el comercio sexual callejero. Marisol Balcázar Navarro, de 47, fue
golpeada, violada y estrangulada hasta morir por un vecino. Su cuerpo
fue abandonado en una zona eriaza.
Ninguno de
estos tres asesinatos son considerados feminicidio por la ley chilena:
Daniela por ser menor, Katherine por ser transgénera y Marisol porque
no la asesinó una pareja o expareja.
Por eso las
estadísticas de feminicidio entregadas por las organizaciones autónomas
y las del gobierno no coinciden. Mientras el Servicio Nacional de la
Mujer señala que durante 2013 se registraron 36 asesinatos de mujeres
por razones de género, la Red Chilena contra la Violencia hacia las
Mujeres tiene un conteo propio -basado en la prensa- que habla de 49
casos; o sea, una mujer asesinada en Chile cada semana. Eso, sin contar
los asesinatos frustrados, de los que no existe registro.
La actual Ley
de Feminicidio extiende las penas de parricidio —que son más duras que
las de asesinatos comunes— a los exmaridos y exconvivientes, pero deja
fuera los asesinatos cometidos contra mujeres por desconocidos,
conocidos con quienes no hay ni hubo vínculos amorosos, o parejas con
la cuales no existe vínculo formal, como los noviazgos.
"La ley sobre
feminicidio, al igual que la de violencia intrafamiliar, refleja la
misoginia enraizada en nuestra cultura", señaló Sandra Palestro,
coordinadora nacional de la Red contra la Violencia hacia las Mujeres.
"El
tratamiento fragmentado de la violencia hacia las mujeres despolitiza
el problema, sitúa el foco de atención al interior de la familia y en
delitos parciales, lo que hace perder la visión global y estructural de
un asunto que afecta, específicamente, a las mujeres, y por ende a toda
la sociedad", insistió Palestro.
Esto implica
que, en los casos de Daniela, Katherine o Marisol, las sanciones serán
más bajas que cuando se trata de feminicidios reconocidos por la ley; y
que en el conteo público estos asesinatos no son sindicados como
crímenes por razones de género, aunque dos de ellas fueron violadas y
la tercera ejercía el comercio sexual.
Para Sandra
Palestro, se requiere "una visión más amplia de la violencia hacia las
mujeres: la ampliación del concepto de acoso sexual al ámbito
educacional; la modificación de la Ley VIF (violencia Intrafamiliar)
incorporando todo tipo de violencia de género, no solo dentro de las
familias o entre cónyuges, y el registro único de casos de violencia
contra las mujeres y de feminicidio".
Las cifras
Según la
encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y
Delitos Sexuales que el Ministerio del Interior publicó en julio de
este año, casi un tercio de las mujeres entre 15 y 65 años reconoce
haber sufrido alguna forma de violencia por parte de familiares,
parejas o exparejas, y es el maltrato psicológico el más frecuente, con
31 por ciento, seguido por el maltrato físico con 16 y el sexual con un
seis.
El estudio
muestra que casi la mitad de las mujeres que sufrieron violencia
psicológica el último año decidió no denunciar, mientras para la
violencia física la cifra es de 41 por ciento. En los casos de quienes
aceptan haber vivido violencia sexual el último año, casi siete de cada
10 decidieron no realizar denuncia.
Entre quienes
no quisieron denunciar violencia psicológica, un tercio señala no creer
que fue algo serio y, por tanto, no lo consideraron necesario; mientras
un cuarto de quienes no denunciaron violencia física indican haber
tenido miedo y 14 por ciento porque las cosas mejoraron. El 40 por
ciento de quienes no denunciaron violencia sexual aducen haber sentido
vergüenza de contar la situación.
El "Informe de
Muerte de Mujeres", elaborado por la Fiscalía Nacional en 2012, incluye
todos los casos de asesinatos por razones de género y señala que las
denuncias por Ley de Violencia Intrafamiliar se incrementaron en 154
por ciento en los últimos cinco años, hasta alcanzar las 137.296 en
2012. Indica, además, que el medio más usado por los hombres para
cometer estos crímenes son las armas blancas.
Según el
estudio recién aparecido "Percepciones y opiniones sobre la violencia
en el pololeo" (noviazgo), cuatro de cinco jóvenes encuestados indicó
que, en su círculo cercano, supo de insultos o gritos; tres de cinco,
de golpes; y cinco de 10, de empujones, tirarse cosas, o de amenazas.
Sin embargo, solo 45 por ciento de los interrogados considera violentas
conductas como realizar amenazas, empujarse o tirarse cosas.
Un factor
relevante al que los jóvenes atribuyen la violencia en la pareja es el
uso de las redes sociales, ya que 67 por ciento cree que Facebook,
Twitter o Youtube son los principales medios de comunicación que
fomentan la violencia en la pareja y 34 por ciento reconoce haber
revisado el celular o el Facebook de su pareja a escondidas.
Fotos: Archivo AmecoPress.
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