1/09/2014

Gallina (PRD) que bebe huevo ni que le quemen el pico o, ¿puede cambiar regenerándose?


Pedro Echeverría V. 
1. Los expriístas más destacados del PRD: Cárdenas, López Obrador, Muñoz Ledo, Ebrard y Camacho nunca se deslindaron del sistema de explotación capitalista, jamás plantearon como el venezonano Hugo Chávez o el boliviano Evo Morales alguna posición antimperialista o antiyanqui, ni tampoco han dicho que lucharían por la igual social. Sí rompieron con el PRI, se deslindaron de  funcionarios y han propuesto muchos cambios de programas de gobierno; en resumen se convirtieron en políticos progresistas, cuando más en centristas o en una tibia izquierda reformista. Otros como "los chuchos", Robles, García, Godoy, y muchos más, no llegaron del PRI o del PAN, pero han sido cortados con la misma tijera. Sólo López Obrador se salva, por ahora. 
2. El deslinde ideológico, unido a una práctica consecuente, es obligación de cualquier político. No es simplemente "darse golpes de pecho por pecados cometidos", sino un profunda autocrítica que aclare errores para que no se vuelvan a cometer. ¿Cómo saber si un político es sincero si no se deslinda del pasado de corrupción que vivía, que pudiera ser por convicción o por engaño? Recuerdo que en 1911 cuando los zapatistas le gritaron a Madero que era un traidor porque se negaba a repartir las tierras; él con razón –siendo él mismo terrateniente- les dijo que nunca había prometido tal cosa y que sólo luchaba por la libertad. ¿Cómo acusar a políticos de traidores cuando ellos representan al capitalismo y sólo buscan reformarlo? 
3. Por ello siempre debemos ser exigentes con los principios ideológicos y éticos de los políticos. En nuestros pueblos dicen: "Gallina que bebe huevo, ni que le quemen el pico" o "El que anda con mierda algo se le pega".  Por eso al senador del PRD –carente de mínimos principios éticos- se le ocurrió decir que se "recorrerán un poco hacia la izquierda" para que no los vean tan derechistas, "pero que no piensen que dejarán de hacer políticas de alianzas con el PRI, el PAN y con quien sea necesario porque ya están curados de sectarismo".  Con razón los compañeros del EZLN y zapatistas han denunciado desde 2002 esas traiciones en las que el PRD ha participado de manera amplia; por eso también se abstuvieron de apoyar al PRD en las elecciones de 2006. 
4. Por otro lado hay que decir que los EEUU tienen atados a los gobernantes y políticos mexicanos del PRI, PAN, PRD y demás partidos donde más les duele. Les vale un carajo que EEUU tenga una embajada con 20 mil policías y militares protegidos que invaden con vigilancia todas las esferas públicas; les importa un bledo que EEUU con armas y asesores militares controle al ejército, la armada y la policía federal; políticos y gobierno guardan silencio cuando es agredido algún otro país y peor aún, nada dicen acerca del saqueo que sufre México en el petróleo y la economía para beneficio de esos funestos vecinos. En fin, no solo no defienden al país sino que EEUU sigue determinando acerca de la política nacional, las inversiones y la distribución del presupuesto. 
5. El PRD "se correrá un poco a la izquierda" con el fin de captar a incautos, a ilusos o lo que sea, pero luego seguirá en la política de alianzas porque eso es lo que le interesa. El PAN –con mayor firmeza- abrirá más sus puertas al empresariado y al clero porque es el partido que mejor los ha representado en la historia, y el PRI –con mayor habilidad-  seguirá jugando con ambos partidos ajustándose en momentos del lado de uno y del lado de otro. Los tres partidos tienen poder y dinero del presupuesto público para "correrse un poco" hacia la izquierda, el centro o la derecha ofreciendo cargos e ingresos que para el oportunismo rampante es fácil aceptar. ¿Se olvida acaso que también la política es parte de la privatización en el capitalismo para beneficio de mercenarios? 
6. La lucha por la unidad de la izquierda no puede ser simplemente nacionalista o contra la privatización del petróleo y la electricidad, por ser muy limitada. Es obligatorio luchar contra la explotación del trabajo, contra la privatización de los servicios de salud, de la educación y contra los despidos de 46 mil electricistas, de miles de Mexicana y los despidos de maestros que se preparan vía evaluaciones o exámenes. El PRD busca la unidad con el PRI y el PAN arrastrando al partido Morena hacia ese campo. El lópezobradorismo –aunque se vislumbra que recorrerá el mismo camino de todos los partidos electoreros- si quiere conservar su independencia y combatividad tiene que vivir deslindándose y aclarando su posición. Su pico no está aún manchado, aunque pronto lo sabremos.

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