Pedro Echeverría V.
1. Muchas veces la gente no entiende (o se olvida) acerca de quiénes
son los culpables de la miseria y pobreza, por ello hay que
recordárselo siempre. Si pierde los objetivos de sus luchas puede
pasarse la vida batallando contra “molinos de vientos” inexistentes y
dejando intacto a quienes realmente la oprimen. Luchamos contra lo
cercano a nuestras narices, el “tendero de la esquina”, pensando en que
es el culpable de la carestía y olvidamos la estructura, la política
económica y productiva que es la que determina los precios. Luchamos
contra personajes y partidos y no vemos que también ellos son víctimas
de un sistema capitalista que los ha convertido en asesinos y
beneficiarios de la corrupción.
2. Si el presidente Peña Nieto renunciara, el PRI tendría a por lo
menos diez listos para sustituirlo sin que ningún cambio importante
(con excepción de nombres) se registrara. En cada sexenio (de Salinas,
Zedillo, Fox, Calderón) hemos pedido las renuncias de los presidentes
por incapaces, por favorecer a la burguesía privada y por ser muy
corruptos; nunca logramos nuestro objetivo, aunque cada presidente ha
sido más de lo mismo. Siempre se olvida que este es un sistema
político-económico muy bien estructurado que coloca a sus
representantes simulando “elecciones”. ¿No son acaso los partidos de la
burguesía los que han impuestos a sus candidatos para legitimar con una
elección controlada?
3. Desde Carranza (1917-20) hasta Peña (2012- ) –de acuerdo a la
Constitución de 1917- ha habido 18 presidentes “electos” ; además de
sus respectivos senadores, diputados y alcaldes municipales. De esas
decenas de miles de funcionarios “electos” en 97 años sólo tres
presidentes de la República no cumplieron sus períodos nombrándoles
sustitutos (a Carranza lo asesinaron en 1920, a Obregón lo asesinaron
en 1928 y a Ortiz Rubio lo renunciaron en 1932) Nada cambió el sistema
de dominación; al contrario le dieron al partido oficial en el poder
mejores experiencias de dominación. Siempre la clase dominante obtiene
más experiencias y aprendizajes que los oprimidos.
4. El derechista Carranza fue asesinado por el falso populismo
obregonista cuando aquel quería imponer a su sucesor; luego, ocho años
después, Obregón fue acribillado en una comida por representantes de la
Iglesia en plena guerra cristera. La renuncia presidencial de Ortiz
obedeció a una mini dictadura impuesta por el expresidente Elías
Calles. En 1930 la República Mexicana apenas tenía 16.6 millones de
habitantes (equivalente a lo que hoy posee la ciudad de México) y las
elecciones fueron mucho más que fantochadas por el dominio total del
caudillismo. Sin embargo toda esa experiencia fue usada durante más de
70 años de dominación del partido oficial.
5. Por ello cuando se pide la renuncia de un gobernador, un ministro
de gabinete y del mismo presidente de la República me da un poco de
risa porque tengo la convicción que aunque “se vayan todos” del
gobierno vendría otro equipo más reforzado y experimentado para
dominar. No olvido que la CNTE desde 1979 luchó contra el cacique
Jonguitud Barrios, secretario general del SNTE y logró expulsarlo 10
años después con la indirecta ayuda del presidente Salinas. Nada logró
porque lo sustituyó Esther Gordillo que fue mucho peor para el
magisterio que la acusó de asesina, ladrona y demás; en 2012 el
gobierno de Peña la encarceló y no cambió nada porque la estructura de
dominación sigue igual.
6. ¿Qué pasó después de la renuncia del gobernador de Guerrero, del
presidente municipal de Iguala y otros funcionarios más? Todo depende
del desarrollo de la conciencia del pueblo y de las movilizaciones en
las calles, las escuelas, los campos, no de la renuncia de uno u otros
funcionarios porque estos retiros sólo son consecuencia o resultados.
Los asesinatos de Sadam Hussein, de Milosevic, de Gaddafi, de Allende y
otros más, provocaron cambios a gobiernos pro EEUU porque los yanquis
fueron los principales actores; pero ninguno de los cambios de gobierno
puede llevar a cambios profundos si el nivel de conciencia de las masas
está por los suelos. Si no cambia la correlación de fuerzas estamos
perdidos.
7. El sistema capitalista es una poderosa estructura mundial
hegemonizada por el gran poder de los EEUU. Cuando los países entran en
crisis económica y política el imperio acude a su salvación. Muchas
veces parece que están en crisis final, pero resulta una de las tantas
crisis de las que han sufrido durante más de 500 años de dominación. El
desplome de un gobierno o un liderazgo sindical es nada frente a la
poderosa fuerza capitalista mundial. Por ello tenemos que ser más
serios al trazar nuestros objetivos y planear nuestras estrategias de
lucha si nos hemos planteado cambios revolucionarios reales y no
simples cambios que engrasan la maquinaria de dominación dentro del
sistema para que todo siga igual. No veo de otra. (26/XII/14)
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