1. Nadie escoge a sus padres, el lugar y el tiempo para nacer. Me
imagino la vida de los esclavos, los siervos, los proletarios de los
primeros siglos del capitalismo –aunque tan explotados y miserables
como los trabajadores del siglo XXI- vivieron un trato salvaje y brutal
de sus opresores idéntico al de los animales de trabajo y producción.
¿Será que entre 100 años ya no habrán explotados ni explotadores,
pobres y millonarios y que la población esté construyendo y viviendo en
una sociedad igualitaria?
2. De lo que estoy seguro es que no
puede existir liberación e igualdad sin lucha social. ¿Se ha visto
alguna vez en la historia mundial de una clase dominante, rica,
explotadora, que entregue el poder que posee sin defenderlo con las
armas? Por ello los trabajadores y sus familias –que son la inmensa
mayoría en el mundo- se4 ha visto obligados a inventar diferentes
formas de lucha: la guerrilla, el sabotaje, las luchas en las calles,
los movimientos de masas, el sindicalismo y la huelga general.
3. Los sindicatos nacieron en la sociedad burguesa como organizaciones
de defensa de los intereses de los trabajadores. Sus objetivos
originales fueron siempre luchar contra la explotación y alcanzar
derechos de los trabajadores; aunque como sindicatos mantuvieron
principios muy limitados porque fueron absorbidos por el capital y
porque nunca se propusieron hacer una revolución social igualitaria, a
partir de mediados del pasado siglo los sindicatos se han transformado
en fuerza revolucionaria.
4. Sobre sindicalismo y su historia
se ha escrito más que suficiente en México, pero más que eso hoy nos
interesa resolver problemas más concretos. Los sindicatos en nuestro
país y en el mundo son fruto del capitalismo y nacieron como organismos
naturales de defensa de los intereses de los asalariados. En su proceso
de lucha los sindicatos, además de órganos de defensa gremial, se
fueron transformando en apoyos para las luchas revolucionarias.
5. Los sindicatos en México nacieron con la Revolución Mexicana, aunque
aparecían los primeros a fines del siglo XIX, distinguiéndose en el
Porfiriato con la lucha magonista y en la Casa del Obrero Mundial.
Después de la Revolución puede demostrarse que los sindicatos vivieron
con el impulso y bajo la protección del nuevo Estado. Lo mismo puede
decirse de los empresarios, educados por la burguesía burocrática en
los gobiernos de Obregón, Calles y Cárdenas.
6. El Sindicato
Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), que nació en 1943
para aglutinar y controlar las tres o cuatro organizaciones de
profesores que años antes existían, fue creado por el gobierno de Ávila
Camacho y su nuevo secretario de Educación Pública, Torres Bodet, para
legitimar cambios constitucionales al artículo tercero. Nunca fue
revolucionario ni progresista, el SNTE siempre estuvo al servicio del
gobierno sexenal en turno.
7. La Coordinadora Nacional de los
Trabajadores de la Educación (CNTE) nació en las últimas semanas de
1979 en el seno del SNTE. Ha cumplido ya 35 años y una semana en
permanente lucha por consolidar una fuerza político sindical que sea
capaz de democratizar esa institución de millón y medio de
sindicalizados. Sus batallas en las calles en marchas, caravanas,
plantones y mítines- puede demostrarse fácilmente, han sido las más
importantes del país.
8. La CNTE, con unos 300 mil a 500 mil
seguidores, localizados esencialmente en ocho entidades del país, se
inscribe en la gran lucha nacional de trabajadores por la democracia,
la independencia, la justicia y la libertad; contrario a la dirigencia
del SNTE que, durante 62 años, además de servir incondicional a los
diferentes gobiernos en turno, se ha agrupado con otros sindicatos,
centrales y confederaciones para boicotear y golpear las luchas
reivindicativas de los trabajadores.
9. En este contexto se
inscribe una pregunta y una discusión de la que se habló en Cancún en
asamblea reciente. Quizá se haya discutido, pero parece que sigue
siendo esencial en este momento y que es importante introducir para ser
analizada de manera honesta y profunda: ¿Puede la CNTE independizarse
del SNTE y transformarse en un sindicato nacional independiente de
trabajadores de la educación? ¿Puede mediante movilizaciones y
negociaciones legales conseguir su reconocimiento jurídico, lograr las
cuotas sindicales de sus asociados y crecer en afiliación?
10. Buscamos construir un sindicato nacional de lucha, que defienda de
manera obligada a sus afiliados, que sea un organismo que colabore para
la transformación política del país y que impulse la educación nacional
para que sea popular, gratuita, laica y para que se ponga -sin pretexto
alguno- al servicio del pueblo. O sea, desde hace más de 20 años, al
parecer, se tienen las condiciones para fundar ese sindicato nacional
por el que luchamos.
11. ¿Por qué no seguir discutiendo el
asunto? ¿Cuáles son los fundamentos para no dar ese paso? Marx no
trabajó el problema, aunque sí discutió con Bakunin y los anarquistas
el papel de la clase obrera en el capitalismo. Pero quien más se
confrontó fue Lenin junto a la nueva burocracia, que se hizo cargo del
poder en la Rusia de 1917, y los sindicalistas que discutieron en el X
Congreso el papel de los sindicatos frente al poder no obrero.
12. ¿Qué papel han cumplido los poderosos sindicatos y centrales como
el SNTE, la CROM en los veinte, CTM desde fu fundación, o los
sindicatos de ferrocarrileros, electricistas o petroleros? A pesar de
todo, han cumplido como instrumentos de Estado. ¿Qué papel cumplieron
los sindicatos en las llamadas sociedades socialistas? A pesar de todo
fueron instrumentos del Estado. El discurso fue siempre ser
independiente y democrático, pero hasta ahí.
13. La discusión
sobre la relación de los sindicatos y el poder es muy vieja. Para los
dirigentes de la revolución Rusa no había duda de que los sindicatos
debían defender la Revolución que ellos llamaban proletaria. Lenin, a
pesar de que en su ¿Qué hacer? defendió al partido de cuadros contra el
partido de masas de Rosa Luxemburgo, en su planteamiento del trabajo de
los revolucionarios dijo que hay que trabajar en los grandes sindicatos
y grandes ciudades.
14. Allí se deriva aquella consigna de no
hacer sindicatitos. Sin embargo, en contraparte, en el país de Gramsci,
en los años veinte, comenzaron a surgir consejos obreros, consejos de
fábrica, organismos autogestivos, para sustituir a los grandes
sindicatos que sólo habían servido para hacer más sólida la explotación
capitalista. Desde entonces surgirían en los viejos y grandes países
capitalistas los consejos autónomos y antiparlamentarios, las
comisiones obreras, etcétera.
15. Un sindicato grande es muy
importante por su gran poder de negociación, desafortunadamente ese
poder lo usa contra la clase obrera y las luchas de los pueblos.
Incluso, cuando después de décadas de lucha los sectores democráticos
conquistan la dirección burocrática de esos poderosos organismos, se
convierten en dirigentes burocráticos de gestión que utilizan los
estatutos y sus cargos para transformarse en modernos órganos de
mediatización y represión.
16. Por eso en Italia y otros
países se ha luchado contra la centralización sindical y se ha buscado
una simple coordinación con la participación de representantes obreros
de empresas, fábricas o departamentos, con direcciones rotativas y
representantes que obedecen los acuerdos de las bases, agrupadas en
pequeños organismos o secciones poco numerosas para garantizar la
participación directa. La descentralización ha sido el signo dominante.
17. En conclusión: el planteamiento busca que la CNTE discuta
a fondo su independencia del SNTE y la creación de un sindicato
nacional de 300 mil afiliados no sin analizar antes los problemas
prácticos jurídicos que debe enfrentar. En los hechos no sería un
sindicatito sino una poderosa fuerza independiente que continuaría
luchando, como hoy lo hace la CNTE, pero con una estructura y una
descentralización a la que otros miles podrían afiliase. Pero no se
puede olvidar al Estado y su estrategia de dominación, sea sindicatote
o sindicatito.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpr ess.com
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