12/27/2014

Las Mujeres claman por la Paz para Colombia





Adital
«Esta crónica la dedico a las camaradas Mariana Páez y Gladys Martínez, comandantes farianas que ofrendaron sus vidas por hacer posible el sueño de Paz que ahora pretendemos abrazar»

Desde tempranas horas del día 15 de diciembre de 2014 se publicó en las paginas web de las FARC-EP dos documentos dedicados a resaltar la importancia del encuentro en la capital cubana entre representantes de organizaciones sociales de mujeres y la Sub-comisión de Género de la Mesa de Conversaciones.
Al encuentro asistieron también, los plenipotenciarios en cabeza de Humberto de la Calle e Iván Márquez y demás mujeres de las delegaciones del gobierno y de las FARC-EP.
Victoria Sandino por la insurgencia y María Paulina Riveros por el gobierno, fueron las encargadas de dirigir el evento que empezó a las 9 AM con la presentación de las invitadas y tuvo lugar en el Salón de Protocolo del Laguito.
Olga Amparo Sánchez en representación de Casa de la Mujer, Ana Elsa Rojas de la Organización de Mujeres por la Paz, María Gallego, Ángela Cerón y Claudia Mejía representantes de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz y Patricia Ariza, de la Corporación Colombiana de Teatro, conforman este importante grupo de mujeres que viajó a La Habana para aportar, desde su visión de país, a la construcción de un acuerdo final que contenga un verdadero enfoque de género en la orientación de sus propósitos.

Los jefes de las delegaciones de Paz saludaron el encuentro y en nombre de sus representados, dieron la bienvenida a las participantes.
"Este es un acontecimiento inédito”, dijo Humberto de la Calle en un tono amable y tranquilo, pasando a continuación a resaltar el hecho de que es la primera vez en el mundo, que un proceso de paz coloca el tema de las víctimas, la preocupación por el acento de género y el protagonismo de la mujer en un primer plano.
Sus reflexiones rigurosas cargadas de contenido histórico y filosófico, de manera crítica, indicaron la forma como durante muchos siglos la mujer había sido relegada y sobre-explotada, concluyendo en la necesidad que existe de lograr la reivindicación plena de los derechos no solamente de las mujeres sino también de la población LGTBI, a partir del reconocimiento de la diversidad como aspecto esencial para hacernos más humanos.
Iván Márquez por su parte, comenzó citando al apóstol José Martí cuando dijo "Ante las mujeres americanas se puede hablar sin miedo de la libertad”. A continuación y luego de saludar con nombre propio a cada una de las invitadas, dedicó una hermosa pieza literaria de reivindicación bolivariana del papel de la mujer en nuestra historia, retomando la prosa poética del escritor colombiano Juvenal Herrera.

Refiriéndose a la presencia heroica de la mujer en la gesta de la independencia, nos trajo a la memoria a Gaitanas, Policarpas y Manuelas hasta adentrarse en la luchas del siglo XX que vibraron con la presencia de María Cano y Yira Castro.
Puso de presente las raíces profundas que tiene la resistencia de quienes hoy, como desplazadas, como dolientes de la guerra y guerrilleras, como campesinas y obreras, como estudiantes, entre otras, se han jugado o se juegan la vida por librar a nuestro país de la trágica confrontación a la que nos han sometido quienes gobiernan con políticas injustas y mezquinas.
El jefe de nuestra delegación terminó su intervención subrayando que "Colombia está en deuda con sus mujeres, por haber padecido ellas el conflicto social y armado interno más intensamente que el resto de la nación. Ustedes más que nadie son sujetos políticos y sociales de transformación y construcción de la nueva Colombia en Paz. Durante el conflicto las mujeres han sido luchadoras, resistentes, combatientes, trabajadoras, madres y cabeza de familia, lideresas comunitarias, sociales y políticas, las principales articuladoras para reconstruir y transformar un tejido social, constantemente atacado y debilitado por el Estado y las oligarquías colombianas”.
Si, reconstruir el país, reconstruir la esperanza, es el papel que las FARC-EP creen deberán seguir jugando las mujeres colombianas como protagonistas fundamentales del devenir de la patria.
Casi en consonancia con estos sentimientos de las delegaciones que hoy dialogan en la Habana se expresó cada una de las invitadas; insistiendo eso sí, en que las palabras deben concretarse en hechos, en políticas ciertas que muestren al mundo que la paz será, logrando una Colombia diferente, inclusiva, democrática, a partir de un acuerdo en cuya construcción también la mujer haya tenido una participación activa.
El protagonismo de la mujer no debe aplazarse para después de la firma de un acuerdo; ese protagonismo debe ser desde ya, es ahora. Es necesario resaltar que todas abogaron por el cese del fuego y las hostilidades y porque nadie se levante de la Mesa hasta lograr el sueño colectivo de la reconciliación de los colombianos.
"Nos declaramos insumisas contra la guerra” dijo una de las participantes. Otra dijo: "Las mujeres colombianas los hacemos responsables de no pararse de la Mesa”; "Que estos planteamientos sean tomados en cuenta con mucha seriedad”. Frases como estas, quedaron resonando en la mente y en el corazón de los asistentes, y con ese eco de la concordia partieron a cumplir con las tareas que significa un compromiso de semejante dimensión.

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