Instancias de salud también deben fomentarla, publica DOF
A partir de hoy, las autoridades sanitarias mexicanas están obligadas a incentivar que la leche materna sea alimento exclusivo del bebé durante los primeros seis meses de vida, y complementario hasta que cumpla dos años, así como promover la instalación de espacios para que las mujeres puedan brindar la lactancia materna en los centros de trabajo.
En un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se reformó la fracción II del artículo 64 de la Ley General de Salud, respecto a las acciones que las autoridades sanitarias deben realizar en la organización y operación en la atención materno-infantil.
Ahora dicha fracción establece que las autoridades sanitarias deben realizar “acciones de orientación y vigilancia institucional, capacitación y fomento para la lactancia materna y amamantamiento, incentivando a que la leche materna sea alimento exclusivo durante seis meses y complementario hasta avanzado el segundo año de vida y, en su caso, la ayuda alimentaria directa tendiente a mejorar el estado nutricional del grupo materno-infantil”.
Además se debe impulsar “la instalación de lactarios (espacios adecuados para brindar la leche materna) en los centros de trabajo de los sectores público y privado”.
De acuerdo con el decreto, “en un plazo que no excederá de 180 días hábiles” la Secretaría de Salud establecerá la normatividad para la instalación y el funcionamiento de los lactarios, y debe definir las acciones a realizar por las dependencias o entidades de la Administración Pública Federal para cumplir el decreto.
Es de destacar que en México la lactancia materna disminuyó en los años recientes. Según la Encuesta Nacional en Salud y Nutrición (Ensanut), a nivel nacional el promedio de meses en los que se da leche materna es de 10.4 y no de 24, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A lo que se suma que mientras en 2006 el 22.3 por ciento de las y los recién nacidos se beneficiaban de la “lactancia exclusiva” (leche materna durante los primeros seis meses de vida), para 2012 el porcentaje bajó a 14.4 por ciento.
La disminución es mayor en las mujeres de escasos recursos, indígenas o sin escolaridad. En 1999 el promedio de lactancia “exclusiva” en las indígenas era de 45 por ciento, pero la cifra bajó a 26 por ciento en 2012. Mientras que en las mujeres de ingresos económicos bajos la proporción era de 35 por ciento en 1999, y para 2012 la cifra descendió a 15.6 por ciento.
Especialistas en salud y en políticas públicas han señalado que el decremento de esta práctica responde a diversos factores, y por lo tanto la respuesta no debe ser exclusiva del sector salud.
En un foro reciente realizado en la Cámara de Diputados, Ivonne Jasmín Álvarez Peña, investigadora del Instituto Nacional de Perinatología (Inper), expuso que la realidad laboral (del sector formal e informal) que enfrentan las mexicanas les impide amamantar a sus hijas o hijos –incluso cuando ellas conocen los beneficios de la lactancia–, y repercute en el bajo porcentaje de las y los recién nacidos alimentados con leche materna.
En tanto, la doctora Alejandra Villafuerte, directora de Implementación de Programas de Save the Children International-Bolivia, agregó que entre las principales causas por las que las madres no amamantan de manera exclusiva a sus hijas e hijos, es la pobreza, que por un lado limita el acceso de información al respecto, y por otro las obliga a trabajar largas jornadas y a emplearse en lugares que no les garantizan el derecho de dar la leche materna.
Al menos desde 1989 organismos internacionales como la OMS y el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) han exhortado a los gobiernos a garantizar que las mujeres cuenten con las herramientas necesarias, para brindar a sus hijas e hijos la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
En ese año, la OMS y Unicef promulgaron 10 pasos para fomentar la lactancia materna, y en ellos se pide a las instancias de salud ofrecer a las mujeres embarazadas, madres primerizas y recién nacidos una política de lactancia materna escrita, que sea comunicada al personal periódicamente, así como una capacitación.
Imagen retomada de lalechedemishijas.blogspot.com
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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