6/24/2015

Nicaragua: 9 de cada 10 mujeres han vivido acoso callejero


Violencia naturalizada que no se castiga en la ley


Tras una investigación realizada en esta capital nicaragüense, en la que se consultó a 910 mujeres de entre 14 y 55 años de edad, se encontró que la mayoría de ellas (nueve de cada 10) ha sufrido acoso callejero.
 
El estudio elaborado por el Observatorio Contra el Acoso Sexual (OCAC) de Nicaragua se aplicó durante los últimos tres meses de 2014, pero fue presentado por sus  autoras en días recientes en la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua.
 
De acuerdo con el análisis, las calles y avenidas representan los lugares de mayor acoso, seguido de las estaciones de autobuses y los mercados, así como los espacios semipúblicos entre los que se encuentran algunos centros de recreación.
 
Entre los principales actos de acoso callejero contra las mujeres están los silbidos y sonidos obscenos, miradas lascivas, comentarios ofensivos sobre el cuerpo de las mujeres o alusivos al acto sexual, manoseos, roces de forma sexual en el transporte urbano, y en menos casos están el exhibicionismo de genitales y masturbación masculina pública.
 
En cuanto a las reacciones de las mujeres durante el acoso callejero se encontró que lo más frecuente es que ellas actúen de manera “pasiva”, la mayoría los ignora (ocho de cada 10 mujeres), e igual cantidad señaló que ha realizado una expresión de desagrado.
 
Cuando los acosadores callejeros son interpelados por las mujeres, dos de cada 10 se quedan en silencio, mientras que tres de cada 10 huye del lugar, y una minoría se enfrenta a la mujer con expresiones agresivas.
 
De acuerdo con los resultados del estudio, el acoso callejero se convierte en un tipo de violencia porque restringe a las mujeres la libertad de tránsito en lugares públicos sin ser molestada, señaló Estrella Lovo, coordinadora del OCAC-Nicaragua.
 
Las mujeres son acosadas independientemente de la forma en que se vistan e incluso en todas las edades, contrario a lo que erróneamente se cree, resaltó Lovo.
 
Muchas mujeres se ven obligadas a cambiar su rutina de salir a las calles, modificar hasta su forma de vestir, y en otros casos hasta sus horarios para no ser acosadas, abundó la activista.
 
Se debe dejar de naturalizar este tipo de violencia, identificar por su nombre el acoso y no seguir pensando que es una forma de enamoramiento, y desde la casa y los centros de trabajo, así como en las calles, se debe denunciar a los acosadores, recomendó Lovo.
 
Agregó que lamentablemente no existe una ley que lo sancione, “pero podemos ir dejando registros para en un futuro contar con una ley; por el momento es necesaria la educación y la denuncia”.
 
En la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres (mejor conocida como Ley 779) no se menciona el acoso callejero como un delito, pero se puede hacer uso de la parte que exige respeto para las mujeres en espacios públicos y privados, señaló Lovo.
 
Para Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres, el acoso callejero es una forma o expresión de violencia contra la población femenina, por lo que se debe sensibilizar a las personas para que no se siga justificando como “simples piropos” para elogiar el cuerpo de las mujeres.
 
El acoso callejero se debería sancionar como parte de un delito en contra de las nicaragüenses según el artículo 174 del Código Penal del país centroamericano, es decir, como acoso sexual, recalcó Jiménez.



Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Managua.- 

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