Con todo mi cariño para una mujer que es ejemplo: Reyna Chávez
En ese edificio ella recibió clases de arte cuando era niña, por eso
tal vez le dolía tanto verlo en el abandono. A toda persona que
estuviera dispuesta a escucharla, Reyna Chávez Quiñones le hacía saber
la necesidad de rescatar el edificio del Centro Social Francisco I.
Madero. “Algo debemos de hacer”, decía insistentemente.
En junio de 2014 se realizó “100 en un día en Tuxtla”, un programa que
se ha implementado en diferentes ciudades del mundo que consiste en que
la ciudadanía realiza en un día 100 acciones a favor del lugar donde
vive.
Como parte de esas actividades, el historiador de oficio Roberto Ramos
Maza realizó un recorrido por el Centro Histórico de Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, con un grupo de personas. Ahí iba Reyna Chávez Quiñones.
Una parada obligatoria era, precisamente, el Centro Social Francisco I.
Madero, ubicado en la Segunda Norte y Segunda Oriente en el centro de
la ciudad. El edificio fue construido en 1883 en el atrio de lo que fue
la Iglesia de San Jacinto.
Roberto les contó a quienes hicieron el recorrido esa mañana de domingo
que en ese lugar fue construido el primer espacio dedicado a la cultura
en Chiapas hace 132 años. El gobierno estatal y un grupo de ciudadanos
se unieron para construir el sitio.
Reyna no podía dejar pasar la oportunidad y convenció a quienes
hicieron el recorrido de rescatar el edificio mediante una acción
ciudadana. El promotor cultural Carlos Vásquez se comprometió con todo
al proyecto y juntos planearon lo que sería el acto de protesta más
propositivo para recuperar un espacio público.
LOS JUEVES CULTURALES
Para rescatar el edificio, el grupo gestor no realizó ninguna marcha;
tampoco un plantón o un mitin con pancartas o algo parecido afuera de
la dependencia de cultura.
Lo que hizo fue algo, que después de un año, ha resultado ser más efectivo que cualquier método tradicional de manifestación.
El jueves 21 de agosto de 2014 llegaron desde temprano a limpiar la
fachada del edificio. No fue trabajo fácil. Una empresa dedicada a la
limpieza de manera voluntaria hizo parte de la labor.
Por la noche, en la puerta principal del inmueble fue colocada una obra
del artista Hugo Huitzilopochtli que decía “Yo amo Tuxtla”. La
escritora Yolanda Quiñones contó relatos de Tuxtla. Los músicos Peña
Sommer ofrecieron un concierto de boleros. Ese día nacieron las noches
culturales de los jueves en la banqueta del Centro Social Francisco I.
Madero.
Ciudadanos, grupos culturales independientes y empresarios se unieron
para rescatar un espacio público. Desde ese día, cada jueves a partir
de las 20:00 horas se cierra la calle de la Segunda Oriente para poder
disfrutar las noches culturales que empezaron siendo de verano y se
convirtieron en otoño, invierno y primavera.
Es la forma que encontró este grupo de ciudadanas y ciudadanos para
decirle a las autoridades del estado y municipales que es necesario
rescatar este lugar como un espacio dedicado a la cultura.
El grupo gestor del rescate se conformó sin ningún acto protocolario.
Casi de manera natural. Reyna Chávez, Carlos Vásquez, Humberto y
Mariana Villa han encabezado las actividades. A este grupo, que se ha
mantenido, se han sumado otras personas voluntarias.
Cada jueves el grupo gestor llega a limpiar, a montar el escenario para
la noche cultural, colocan las sillas en las que estará el auditorio.
Al terminar cada evento, las y los visitantes llevan sus asientos a un
local comercial que presta las sillas.
Las y los vecinos, la mayoría negocios, se han unido de alguna manera a la recuperación del edificio.
SU HISTORIA
El Centro Social Francisco I. Madero fue construido en 1883 y en un
inicio se llamó Teatro Municipal, el primer sitio donde se realizaron
actividades culturales en Chiapas de manera formal.
Antes de esa fecha, los eventos culturales se realizaban en diferentes
espacios públicos: el atrio de la iglesia, los parques y las calles.
Las personas tenían que llevar sus propias sillas para sentarse y
apreciar los eventos.
En 1900 se le llamó Teatro del Estado y pasó a ser propiedad del
gobierno de Chiapas.
En 1930 se le denominó Teatro Emilio Rabasa hasta
1944 cuando lo cerraron, y en 1945 el gobernador Juan Esponda ordenó su
demolición. En 1946 se inaugura el edificio actual con la denominación
de Centro Social Francisco I. Madero.
En este lugar se entonó por primera vez el Himno del estado de Chiapas,
se proyectó la primera película y se escuchó la voz de Toña “La Negra”.
Es un espacio que es parte de la historia de Tuxtla Gutiérrez, la
capital estatal.
Existe el compromiso del senador por Chiapas, Zoé Robledo, de gestionar
los recursos necesarios para rescatar el inmueble. La obra podría
comenzar este mismo año.
Mientras, Reyna Chávez, junto con el grupo de ciudadanas y ciudadanos,
continúan cada jueves con este acto de protesta propositivo y que ha
logrado resultados.
*Periodista integrante de la Red Nacional de Periodistas.
Aspecto del Centro Cultural | Foto: Sandra de los Santos
Por: Sandra de los Santos*
Cimacnoticias | México, DF.-
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