Por: Cecilia Balderas /
24 junio, 2015
(24 de junio, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Al menos el 25 % de
los feminicidios que se comenten en nuestro país, ocurre en territorio
mexiquense, cuna del grupo político de Atlacomulco, al que pertenece
Peña Nieto, quien gobernó la entidad de 2005 a 2011 y desde donde armó
toda una estrategia mediática –en contubernio con Televisa- para
posicionarse como la mejor opción del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) a la presidencia de la República en 2012.
El tema de la violencia de género en el estado de México es tan
vacuo y poco relevante para la actual administración del también
priista Eruviel Ávila Villegas –ex presidente municipal de Ecatepec de
Morelos, uno de los municipios con mayor índice de delincuencia y de
violencia contra la mujer- que ni siquiera existe un instituto dedicado
a la población femenina, sino una dependencia denominada Consejo
Estatal de la Mujer y Bienestar Social.
Julisa Mejía Guardado, diputada federal por la entidad, aseguró que
para el actual gobierno de la entidad mexiquense, “hay cosas más
importantes que atender que evitar que las mujeres sean víctimas de
delitos de género”.
La legisladora señala que durante el gobierno de Peña Nieto en la
entidad mexiquense, el número de feminicidios se incrementó
considerablemente; sin embargo, se evitó que salieran a la luz pública
para que la imagen del ahijado político de Arturo Montiel, no fuera
dañada y así, mantuviera la historia rosa con La Gaviota, para poder llegar a Los Pinos.
Estadísticas rojas
De acuerdo a organizaciones de la sociedad civil, en el estado de
México, en el sexenio de Peña, se registraron 1 mil 997 feminicidios;
pero entre 1990 y 2011, en la entidad fueron asesinadas 7 mil mujeres,
lo que equivale a una cuarta parte de las mujeres asesinadas en el
mismo periodo a nivel nacional, que ascendió a 31 mil 172.
De acuerdo a datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado
de México (PGJEM), mientras Peña Nieto estaba al frente de la
administración estatal, se duplicó el número de homicidios dolosos en
contra de las habitantes de la entidad.
En 2005 se registraron 97 y para 2010, la cifra se disparó gasta 200
casos, lo que significa un incremento porcentual de más del doble,
cuando la población femenina únicamente creció 8 % en el mismo lapso de
tiempo.
Entre los municipios que registran más asesinatos de mujeres
destacan: Chimalhuacán, Ecatepec, Ixtapaluca, Naucalpan,
Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca y Tultitlán, ubicados –a excepción
de Toluca- en la zona metropolitana.
De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares en 2006, el estado de México se posicionó
como la entidad de la República donde las mujeres casadas o que vivían
con su pareja, reportaron mayores índices de violencia intrafamiliar.
Los datos de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI), señalaron que 61 % de mujeres habían
sufrido algún tipo de agresión; es decir, 14 puntos por arriba de la
media nacional, que se estimaba en 47 %.
Del total, al menos 30 % había padecido “violencia de extrema gravedad”, a manos de su pareja.
Hasta noviembre de 2010, la PGJEM sólo había conseguido que se procesara y condenara a los responsables de 147 casos.
La indolencia en que se mantenía la administración del Estado de
México, llevó a la organización civil denominada Comisión Mexicana de
Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CNDPDH), a solicitar la
intervención del gobierno federal, en diciembre de 2010, para que se
activara la alerta de género; sin embargo, los entonces diputados
federales priistas de la LXI Legislatura en San Lázaro, defendieron a
Peña Nieto alegando que los señalamientos tenían tintes políticos, pues
el proceso electoral para elegir gobernador estaban a escasas semanas
de comenzar.
El 11 de enero de 2011, el Sistema Nacional para Prevenir, Atender,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres rechazó la
solicitud de proceder con una investigación minuciosa en la entidad
mexiquense por 20 votos en contra, 11 a favor y dos abstenciones.
Gobierno mexiquense al cuidado de delincuentes
En 2011 se tipificó el delito de feminicidio en el Código Penal del
Estado de México. Para que el asesinato de una mujer pueda considerarse
feminicidio, se deben acreditar ciertas características: que la víctima
presente signos de violencia sexual, que tenga lesiones o mutilaciones
“infamantes o degradantes”, que existan antecedentes de violencia, que
se acredite una relación sentimental entre el agresor y su víctima o
por lo menos, una relación cercana y de confianza, que se demuestre que
hubo amenazas previas, que la víctima haya permanecido incomunicada, o
que su cuerpo haya sido expuesto.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) consideró
que existen preocupantes fallas en la redacción del Código Penal, lo
que implica que su interpretación depende del juez que lleve el caso,
ocasionando que los asesinatos de mujeres no sean considerados
feminicidios.
La organización advirtió que la disparidad entre las estadísticas de
la PGJEM y las de asociaciones civiles que siguen el caso, se debe a
que las autoridades no acreditan o reconocen el feminicidio, por lo que
muchos asesinatos de las mujeres en la entidad no son investigados como
tales.
En 2013 se volvió a rechazar la activación de la alerta de género
porque el Sistema Nacional Para Prevenir, Atender, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres consideró que para aprobarlo,
debería acreditarse que existía violencia generalizada en todo el
estado, dejando desprotegidas a las féminas de la entidad.
Según la PGJEM, entre las víctimas de feminicidio reconocidas por la
entidad, el 22 % tenía entre 11 y 20 años; 77 % murieron a consecuencia
del uso excesivo de fuerza física; 8 % por arma de fuego; 41 % fueron
asesinadas por su pareja; 67 % de los cuerpos fueron encontrados en un
lugar público.
Violencia generalizada
Mejía Guardado señaló que la disputa entre el crimen organizado por
territorio para la venta de droga, mantiene al Estado de México entre
las 10 entidades más violentas del país.
Ecatepec, municipio de origen de Eruviel Ávila, es el primer lugar a
nivel nacional en materia de ejecuciones, feminicidios y desaparición
de mujeres.
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