Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Conforme se acerca el irremediable final del ciclo del Tlatoani que despacha en Los Pinos, cosecha las derrotas que sembró en la república e incluso en su propio partido, los suyos lo abandonan en busca del ansiado fuero legislativo y él subraya una más limitada capacidad de interlocución con los actores políticos y los agentes sociales y económicos. También da rienda suelta a la ocurrencia y la chabacanería para caricaturizar a sus oponentes, prácticas que recuerdan al “gobierno del cambio” de Vicente Fox, el antecesor al que niega enfermizamente.
La más reciente frase de Felipe Calderón raya en la mitomanía: “Hay gente que le reprocha a mi gobierno que combata a los criminales, y ahora sí que qué querían que hiciera. ¿Que los invitara a pasar, que les invitara un cafecito o qué? El que no quiera combatir a los criminales, que no sea gobernante, es la verdad”.
Seguramente no faltarán publirrelacionistas del crimen organizado y componentes de las anchas bases sociales de aquél que lo hagan, pero miente el primer empleado de los mexicanos, que no otra cosa es, cuando niega lo inocultable, que la crítica generalizada e incontenible es a la estrategia militarista, saturada además de elementos de religiosidad, y que puso en marcha en diciembre de 2006 en forma autocrática, negando el espíritu y la letra de la ley de leyes, para satisfacer las exigencias de la Casa Blanca, dar un golpe de mano para legitimarse desde la silla presidencial al no logarlo en las urnas y, en tercer lugar, responder al reclamo de mejor seguridad pública, que su antecesor atendió con desfiles militares y campañas mediáticas, aunque Santiago Creel asegura lo contrario.
Naturalmente que al entonces coordinador parlamentario panista en San Lázaro, director de Banobras y secretario de Energía, le faltó valor civil para decirle a su jefe Fox Quesada: “El que no quiera combatir a los criminales, que no sea gobernante”.
No son sólo las oposiciones partidistas, los organismos civiles de defensa de los derechos humanos –no los legitimadores de las estrategias de Calderón que ahora pujan por cargos de elección popular desde el Partido Acción Nacional–, además del movimiento social los que critican puntualmente y con fórmulas alternativas a las políticas oficiales, sino que el mismísimo titular de la Secretaría de la Defensa Nacional reconoció implícitamente, el jueves 9, el fracaso de la estrategia.
Dijo el general de cuatro estrellas ante el general de cinco estrellas que en “las actuales circunstancias que vive el país es menester reconocer que es la seguridad interior la que hoy se encuentra seriamente amenazada, ya que la interferencia de la delincuencia organizada en la seguridad y desarrollo de todos nos está generando intrincados momentos”.
Más aún, el general secretario señaló que “en algunas regiones del país la delincuencia organizada se apropió de las instituciones del Estado”, despojando a la población de sus bienes y tranquilidad y generando un clima de violencia inusitado. Ante esas circunstancias, dijo, “es evidente que en aquéllas latitudes del territorio nacional el espacio de la seguridad pública está totalmente rebasado”.
La franqueza de Guillermo Galván exhibe los magros resultados de la estrategia que defiende con mentiras y dogmas el comandante supremo de las fuerzas armadas, el señor que se disfrazó de Francisco I. Madero.
Mas el divisionario que nada tiene que hacer en la deliberación política, como ninguno de los componentes de la milicia, lo que busca es presionar públicamente al Congreso para que le apruebe la Ley de Seguridad Nacional para gozar de impunidad después del 30 de noviembre próximo.
Acuse de recibo
El doctor Gilberto López y Rivas remitió la siguiente invitación: “Homenaje de nuestros hermanos ausentes: Carlos Montemayor, Samuel Ruiz García y Miguel Ángel Granados Chapa. (Ausentes, aunque nunca se fueron, pues continúan con nosotros, alumbrando nuestro camino). El miércoles 15 de febrero realizaremos un homenaje a los compañeros que, entre sus múltiples aportes a la construcción de una sociedad justa y digna, fueron parte de esta Comisión de Mediación. La cita es a las 12 horas en la Casa de la Solidaridad, ubicada en Patricio Sanz 449, colonia del Valle (a tres cuadras del Metrobús Poliforum; no hay estacionamiento)”... Al domicilio semanal del Grupo María Cristina, llegó el libro Felapache. Él ó “Ella”, del periodista Felipe Moreno, editorial Carovi, 280 páginas. Gracias… Con “Una acción informativa-performance” comienza el lunes 13, a las 17 horas, en el campamento triqui, frente a la Catedral, en el Zócalo capitalino, la Semana Nacional Contra la Militarización”… Por el maestro Eduardo Daniel Jiménez González tuve el susto de conocer al general Mario Guillermo Fromow García, quien como procurador general de Justicia Militar cometió la ilegalidad de citarme a comparecer ante tribunales militares en diciembre de 1993 y durante un año hostigó como nadie a la revista Forum, por órdenes de Antonio Riviello Bazán.
forum@forumenlinea.com
www.forumenlinea.com
Eduardo Ibarra Aguirre
Conforme se acerca el irremediable final del ciclo del Tlatoani que despacha en Los Pinos, cosecha las derrotas que sembró en la república e incluso en su propio partido, los suyos lo abandonan en busca del ansiado fuero legislativo y él subraya una más limitada capacidad de interlocución con los actores políticos y los agentes sociales y económicos. También da rienda suelta a la ocurrencia y la chabacanería para caricaturizar a sus oponentes, prácticas que recuerdan al “gobierno del cambio” de Vicente Fox, el antecesor al que niega enfermizamente.
La más reciente frase de Felipe Calderón raya en la mitomanía: “Hay gente que le reprocha a mi gobierno que combata a los criminales, y ahora sí que qué querían que hiciera. ¿Que los invitara a pasar, que les invitara un cafecito o qué? El que no quiera combatir a los criminales, que no sea gobernante, es la verdad”.
Seguramente no faltarán publirrelacionistas del crimen organizado y componentes de las anchas bases sociales de aquél que lo hagan, pero miente el primer empleado de los mexicanos, que no otra cosa es, cuando niega lo inocultable, que la crítica generalizada e incontenible es a la estrategia militarista, saturada además de elementos de religiosidad, y que puso en marcha en diciembre de 2006 en forma autocrática, negando el espíritu y la letra de la ley de leyes, para satisfacer las exigencias de la Casa Blanca, dar un golpe de mano para legitimarse desde la silla presidencial al no logarlo en las urnas y, en tercer lugar, responder al reclamo de mejor seguridad pública, que su antecesor atendió con desfiles militares y campañas mediáticas, aunque Santiago Creel asegura lo contrario.
Naturalmente que al entonces coordinador parlamentario panista en San Lázaro, director de Banobras y secretario de Energía, le faltó valor civil para decirle a su jefe Fox Quesada: “El que no quiera combatir a los criminales, que no sea gobernante”.
No son sólo las oposiciones partidistas, los organismos civiles de defensa de los derechos humanos –no los legitimadores de las estrategias de Calderón que ahora pujan por cargos de elección popular desde el Partido Acción Nacional–, además del movimiento social los que critican puntualmente y con fórmulas alternativas a las políticas oficiales, sino que el mismísimo titular de la Secretaría de la Defensa Nacional reconoció implícitamente, el jueves 9, el fracaso de la estrategia.
Dijo el general de cuatro estrellas ante el general de cinco estrellas que en “las actuales circunstancias que vive el país es menester reconocer que es la seguridad interior la que hoy se encuentra seriamente amenazada, ya que la interferencia de la delincuencia organizada en la seguridad y desarrollo de todos nos está generando intrincados momentos”.
Más aún, el general secretario señaló que “en algunas regiones del país la delincuencia organizada se apropió de las instituciones del Estado”, despojando a la población de sus bienes y tranquilidad y generando un clima de violencia inusitado. Ante esas circunstancias, dijo, “es evidente que en aquéllas latitudes del territorio nacional el espacio de la seguridad pública está totalmente rebasado”.
La franqueza de Guillermo Galván exhibe los magros resultados de la estrategia que defiende con mentiras y dogmas el comandante supremo de las fuerzas armadas, el señor que se disfrazó de Francisco I. Madero.
Mas el divisionario que nada tiene que hacer en la deliberación política, como ninguno de los componentes de la milicia, lo que busca es presionar públicamente al Congreso para que le apruebe la Ley de Seguridad Nacional para gozar de impunidad después del 30 de noviembre próximo.
Acuse de recibo
El doctor Gilberto López y Rivas remitió la siguiente invitación: “Homenaje de nuestros hermanos ausentes: Carlos Montemayor, Samuel Ruiz García y Miguel Ángel Granados Chapa. (Ausentes, aunque nunca se fueron, pues continúan con nosotros, alumbrando nuestro camino). El miércoles 15 de febrero realizaremos un homenaje a los compañeros que, entre sus múltiples aportes a la construcción de una sociedad justa y digna, fueron parte de esta Comisión de Mediación. La cita es a las 12 horas en la Casa de la Solidaridad, ubicada en Patricio Sanz 449, colonia del Valle (a tres cuadras del Metrobús Poliforum; no hay estacionamiento)”... Al domicilio semanal del Grupo María Cristina, llegó el libro Felapache. Él ó “Ella”, del periodista Felipe Moreno, editorial Carovi, 280 páginas. Gracias… Con “Una acción informativa-performance” comienza el lunes 13, a las 17 horas, en el campamento triqui, frente a la Catedral, en el Zócalo capitalino, la Semana Nacional Contra la Militarización”… Por el maestro Eduardo Daniel Jiménez González tuve el susto de conocer al general Mario Guillermo Fromow García, quien como procurador general de Justicia Militar cometió la ilegalidad de citarme a comparecer ante tribunales militares en diciembre de 1993 y durante un año hostigó como nadie a la revista Forum, por órdenes de Antonio Riviello Bazán.
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