2/18/2012

México: Nace el Frente de Mujeres Progresistas

"Cuando nos dan algo a las mujeres, nos dan lo que nadie quiere y en las peores condiciones" (*)

Sara Lovera



México, 14 feb. 12. AmecoPress/SEMlac.- Mujeres de izquierda de México dieron un vuelco a la costumbre y la historia para ponerse al frente del proceso electoral en curso, en un escenario de crisis económica, falta de credibilidad política y violencia generalizada.

Alzadas con una sola voz se juntaron para pedirle cuentas a sus partidos políticos y organizaciones, hacer efectiva la ley, el derecho y la justicia que les asiste, convencidas de que son la mitad de la población y quieren el 50 por ciento de todos los puestos electorales que se jugarán en 2012. Decretaron: "llegó el momento de la paridad".

Todas las precandidatas inscritas en las listas electorales se disponen a pelear de frente y con la ley en la mano, sin pedir permiso, sin miedo ni silencio, pese a las amenazas de sus dirigentes, quienes prefieren pagar una multa que cumplir con la ley que obliga a los partidos políticos de México a promover, encausar y asegurar para las mujeres, al menos, 40 por ciento de los puestos en las listas electorales, con suplentes de su mismo sexo, lo que ya es ley.

Hoy se trata, explicaron, de evitar la simulación y el engaño, pues sobre ellas pesa el antecedente de un nutrido grupo de mujeres que convino en lograr una representación, hace tres años, y renunciaron a favor de los hombres apenas tomaron posesión.

Son más de 700 las que pelean diputaciones y senadurías federales, diputaciones locales, ayuntamientos o delegaciones políticas (caso de la capital), para participar equilibradamente en las listas plurinominales y la mitad de los puestos a repartir.

Esta vez "no nos vamos a dejar intimidar", retumbaron sus voces, una y otra vez; porque la amenaza está en la mesa de discusiones: enviarlas a los distritos electorales donde se pierde, a los ayuntamientos de mayor dificultad para ser ganados, a las suplencias de los varones o a enfrentarlas a unas con otras como estrategia de desgaste.

Llegaron de todo el país. Son mujeres del frente de izquierda conformado por los partidos del Trabajo (PT), Movimiento Ciuadadano (MC), de la Revolución Democrática (PRD) y del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

Explicaron que, en la mesa de distribución de candidaturas, sus partidos y organizaciones buscan mecanismos para hacer trampa y en esas negociaciones las enlistaron, enfrentándolas: en el mismo distrito, dos o tres mujeres de distintos partidos y orígenes, en algunos casos apoyadas declarativamente por uno u otro de los liderazgos.

Por eso acordaron constituirse en un Frente de Mujeres Progresistas, con el compromiso de llegar todas las inscritas a ese 50 por ciento a que tienen derecho. Como dijo Carmen Ojesto, del Movimiento Ciudadano, "todas las precandidatas deben ser candidatas".

Mientras transcurría la reunión en un céntrico hotel de la capital mexicana, en otro lugar los hombres dirigentes de sus organizaciones distribuían las candidaturas, sin diálogo ni consulta con las interesadas. La dirigente nacional de mujeres de Morena, María Antonieta Laso, las arengó: "Que no quepa ninguna duda, las mujeres que somos mayoría haremos la diferencia", y agregó: "nuestra decisión, sin fisura alguna, es ir por el resto de las mujeres que, como nosotras, aspiran a la transformación de fondo de nuestra República".

Mónica Soto, del PRD, fue más allá: "28 millones de hombres y mujeres tienen hambre" porque se vive en México una emergencia nacional teñida de 50.000 muertos, y desaparecidos y excluidos.

Ojesto no dudó un instante al reiterar que en 204 distritos "ya estamos inscritas". Una gran responsabilidad, en su opinión, porque además de buscar que México sea libre y justo, "tenemos capacidad, entusiasmo y hoy exigimos la oportunidad" para llegar al poder, para "poder crecer y hacer".

La Secretaria General del PRD, Dolores Padierna, advirtió que se han inscrito 704 mujeres, con lo cual está reunida la cantidad necesaria para el 50 por ciento de las candidaturas. La reunión de precandidatas ocurrió cinco días después de que el partido conservador eligiera a una mujer como candidata a la Presidencia de la República.

De ahí que Mónica Hernández, de MORENA, encabezara la construcción de un manifiesto de mujeres progresistas, en el cual se asienta la urgencia de encabezar las causas libertarias de la mitad de la población, los graves problemas de la exclusión social y de la violencia, los derechos de igualdad y la promoción de los derechos sexuales y reproductivos, temas que la derecha no podrá abanderar y son parte constitutiva del progreso de las mujeres.

Insólito salto adelante

El Frente de Mujeres Progresistas se construyó lentamente, luego de que, hace un año, las mujeres de izquierda convocaran a una reunión para discutir la emergencia nacional. Desde entonces reconocieron que habría que formar una mayoría potente.

Esa acción rompió en la práctica con la vieja tradición de vincular a las mujeres como una pluralidad de todos los partidos para empujar puestos de decisión, que durante años produjo algunos cambios legales a favor de toda la población femenina.

Las revelaciones de lo que se llamó Encuentro de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia Nacional mostraron las limitantes objetivas que hacen imposible la pluralidad: las más pobres mueren por aborto inducido; las de pueblos y ciudades enfrentan la violencia creciente propiciada por el partido conservador gobernante. Este ungió a una candidata a la presidencia, mujer de poder llamada Josefina Vázquez Mota, que ha convalidado la crisis y la violencia en el país.

Y tampoco habría concierto unitario con las mujeres del antiguo partido de estado, el Revolucionario Institucional (PRI), que además de cogobernar con el conservador PAN, contribuyó con sus votos en los congresos locales a invalidar todas las formas de aborto legal que se lograron en los últimos 80 años. Ambos partidos han contribuido, militantemente, a las prohibiciones de las libertades individuales y han fustigado los avances de las mujeres.

En ese contexto, las militantes de los partidos progresistas elaboraron una agenda para detener el feminicidio; la represión a migrantes —hombres y mujeres— en la frontera sur de México, instrumentada por el partido gobernante que hoy elaboró una estrategia engañosa al promover a sus mujeres a los puestos electorales.

Compromisos

La mexicanas de izquierda estuvieron acompañadas por Ifigenia Martínez, una de las mujeres que han promovido el cambio y propiciado las leyes de avanzada desde el congreso, como también lo han hecho Leticia Burgos, Angélica de la Peña , Amalia García Medina (ex gobenadora), Patricia Ruíz Anchndo (del movimiento urbano popular), Dolores Padierna, fundadora de la Coordinadora Benita Galeana; y las feministas Teresa Inchaústegui, Elsa Conde, Adriana Ortíz Ortega y las dirigentes sociales de las más variadas actividades.

Avanzando sobre las antiguas convocatorias, decidieron formar el Frente de Mujeres Progresistas para, como dijera Ojesto y Laso, llevar el mensaje del cambio verdadero a todos los rincones del país.

También con la idea de participar en todo el proceso, pero sobre la base de que deben ser promovidas y apoyadas por la dirigencia de ese frente para ocupar los puestos que les corresponden.

Numerosas mujeres que han participado en las propuestas y avances de la agenda feminista han convalidado la iniciativa, empujando el compromiso del candidato a la presidencia por el frente, Andrés Manuel López Obrador, quien ha declarado la paridad para el nuevo gobierno y un plan programático que asegure la igualdad entre hombres y mujeres.

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